Washington, 7 mar (Prensa Latina) Con la posible detención de familias de migrantes que cruzan la frontera de Estados Unidos de forma irregular, el presidente Joe Biden pretende hoy revivir una criticada política de su antecesor, Donald Trump.
Aunque no se ha tomado una decisión definitiva, la medida supondría un fuerte revés para Biden, quien llegó al cargo prometiendo adoptar un enfoque más humano hacia la frontera tras las duras políticas de Trump (2017-2021), según reportó el diario The New York Times.
El mandatario demócrata recurre a medidas cada vez más restrictivas mientras su administración se prepara para el fin del polémico Título 42, apuntó el influyente rotativo neoyorquino.
La disposición sanitaria, adoptada por el gobierno del republicano en 2020, se tomó con el objetivo de impedir la propagación de la pandemia de la Covid-19 y permitió desde entonces a las autoridades fronterizas la expulsión rápida de migrantes.
Recordó el Times que la detención de familias de inmigrantes ha sido fuertemente debatida durante las últimas cuatro administraciones.
Esa es la misma política que Biden derogó en los dos años que lleva en la Casa Blanca porque quería «un sistema de inmigración más humano es la que ahora considera reinstaurar», dijeron funcionarios federales.
La administración Biden puso fin a la práctica del arresto de familias y en su lugar utilizó sistemas de seguimiento a los migrantes como tobilleras electrónicas, teléfonos móviles rastreables u otros métodos de vigilancia.
Para algunos observadores, las autoridades intentan prevenir una eventual oleada de arribos en la frontera después del 11 de mayo, cuando expira el Título 42.
Las nuevas medidas, incluida una ofensiva anunciada el mes pasado que podría descalificar a una gran mayoría de extranjeros al solicitar asilo en la frontera sur, provocaron reacciones en defensores de los migrantes.
Según plantean, el presidente está rompiendo las promesas de campaña para adoptar un enfoque cada vez más cercano al de Trump hacia la inmigración.
«Poner fin a la práctica inhumana de la detención familiar ha sido una de las únicas decisiones positivas de política de inmigración de la administración Biden», opinó la jurista Leecia Welch.
Abogada principal en el caso que condujo al Acuerdo Flores de 1997, que limita el tiempo de arresto de menores no acompañados que buscan asilo en Estados Unidos, Welch afirmó al Times que «es desgarrador escuchar que podría ocurrir un retorno al uso de esta práctica de la era Trump».