Washington, 8 abr (Prensa Latina) Donald Trump llevó a Estados Unidos a vivir otro inédito drama en la historia nacional cuando el 4 de abril se convirtió en el primer expresidente en comparecer ante una corte de justicia, acusado no de uno, sino de 34 delitos.
Los fiscales de Manhattan lo imputaron de encubrir un posible escándalo sexual durante la campaña presidencial de 2016, cuando su entonces abogado Michael Cohen compró con 130 000 dólares el silencio de la actriz de cine para adultos StormyDaniels, protagonista※alparecer※ de un romance extramatrimonial con el empresario.
El exmandatario (2917-2021) tendría que responder, entre otros, por cargos relacionados con la falsificación de registros comerciales y la conspiración en múltiples desembolsos realizados por el asunto de la Daniels, pero, como era de esperar, se declaró inocente.
Este nuevo capítulo abre una peligrosa brecha en la larga vida pública del magnate inmobiliario, que escaló al máximo puesto del país y ahora enfrenta «la perspectiva de un vergonzoso juicio penal», reseñó el diario The New York Times.
En medio de la fanfarria publicitaria, temores de protestas, la movilización del Servicio Secreto y la Policía, el presidente 45 se entregó a las autoridades, que lo arrestaron temporalmente y le tomaron las huellas dactilares como a cualquier criminal.
Volvió al escenario de una ciudad desde la cual construyó su leyenda y que en este minuto lo señala en el caso «El pueblo del estado de Nueva York contra Donald J. Trump».
Con la precisión de que deberá comparecer ante la corte el próximo 4 de diciembre, se trasladó de regreso a su residencia de lujo en Mar-a-Lago, Florida, desde donde hizo un discurso cargado de agravios y en el que dijo ser víctima de la persecución. Al mismo tiempo, arremetió contra lo que llamó un sistema judicial «sin ley», empeñado en acabar con su carrera política.
El actual candidato a la nominación republicana para las elecciones de 2024 lanzó una larga diatriba contra el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, que lo acusó. Igualmente, atacó al magistrado Juan Merchán, que preside el caso, a quien calificó de «juez que odia a Trump», y aseguró que lo quieren atrapar «a cualquier precio».
Sobre el exmandatario recaen otras pesquisas en curso, entre ellas una por sus esfuerzos por aferrarse al poder y anular los resultados de las elecciones que perdió en noviembre de 2020 frente al demócrata Joe Biden, y también por su papel instigador en el ataque vandálico del 6 de enero de 2021 al Capitolio federal para detener la certificación del resultado electoral.
En realidad, como subrayara un artículo del Times, nunca antes un expresidente se había enfrentado a un conjunto de investigaciones federales, estatales y del Congreso tan amplio como Trump.
Quizá ※señaló※ son las consecuencias de una carrera empresarial y política que ha vivido al límite o, tal vez, por encima de cualquier límite.
(Tomado de Orbe)