Por Fausto Triana
Madrid, 25 may (Prensa Latina) Todos los jugadores del Real Madrid con una camiseta con el número 20 en sus espaldas y un enorme cartel en el que reza: Vinicius somos todos, basta ya.
Es uno de los titulares hoy en los medios españoles y, sobre todo, en el exterior. El respaldo inequívoco al delantero brasileño, víctima sistemática de ofensas, improperios racistas y descalificaciones de ciertos periodistas.
Ocurrió en el estadio Santiago Bernabéu, donde Vinicius permaneció en el palco de honor, mientras sus compañeros remarcan el espaldarazo al vestir un rato su camiseta antes del partido de LaLiga contra el Rayo Vallecano.
El tema ha encendido el debate. Pocos se atreven a no condenar el racismo en el deporte, pero quedan sesgos importantes de supuestos analistas españoles que insisten en relativizar el asunto y enfocarse en detalles realmente insignificantes.
Antonio García Ferreras, presentador del espacio Al Rojo Vivo de la Sexta y directivo de televisión, fue lapidario en sus críticas:
«Hoy quieren debatir algunos sobre si había que quitarle o no la roja a Vinícius tras una expulsión con imágenes manipuladas por el VAR de Clos Gómez, una más, se están cargando el fútbol español», señaló al referirse a un árbitro de dudosa reputación y presuntamente vinculado al caso de corrupción con el Barcelona.
Lo ocurrido el domingo con el brasileño fue, al parecer, la gota que colmó la copa. Jugador del Real Madrid desequilibrante, veloz y también proclive a las protestas, Vinicius es objeto de insultos y gritos racistas en los estadios fuera del Santiago Bernabéu.
A sus 22 años, su propio entrenador Carlo Ancelotti, gran defensor del brasileño, reconoció que en ocasiones pierde los estribos, pero nunca para dar lugar a provocaciones de sus marcadores y mucho menos a recibir manifestaciones deleznables y racistas.
La víspera, el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), anunció la sanción al club Valencia con el cierre de la Grada Kempes durante cinco partidos por los insultos al jugador durante el partido con el Real Madrid el pasado domingo.
Detalló que ha decidido ‘imponer al Valencia una sanción de clausura parcial del recinto deportivo por un período de cinco partidos y una sanción pecuniaria de 45 mil euros por la comisión de las infracciones muy graves (…)’.
De otro lado, el mismo ente, en un dictamen sin precedentes, decidió dejar sin efecto la tarjeta roja que vio Vinicius ante el Valencia.
«Este Comité considera acreditado que la apreciación del colegiado estuvo determinada por la omisión de la totalidad del lance sucedido, lo que vició la decisión arbitral (…)».
Asimismo, la RFEF, LaLiga y el Consejo Superior de Deportes, lanzaron una campaña denominada Juntos contra el Racismo, hasta el final de la temporada a la cual le restan tres jornadas.
En todos los encuentros, los equipos contrincantes muestran una enorme tela en la que se puede leer «Racistas, fuera del fútbol».
Las críticas desde Brasil desataron opiniones encontradas en España, donde su canciller, José Manuel Albares, afirmó que la cuestión se trata por canales diplomáticos de forma respetuosa.
No hay cabida para el racismo en España, sentenció Albares.