Puerto Príncipe, 7 ago (Prensa Latina) Residentes de Carrefour-Feuilles, al sur de esta capital, se manifestaron hoy contra la inseguridad y llegaron a la residencia del primer ministro de Haití, Ariel Henry, donde fueron dispersados con gases lacrimógenos.
Los ciudadanos denunciaron la violencia de las pandillas y el supuesto silencio cómplice del Consejo Superior de la Policía Nacional, al tiempo que llamaron a las autoridades a asumir sus responsabilidades y restablecer el clima de paz en el país.
«Organizamos esta protesta para advertir que Carrefour-Feuilles se convertirá en tierra de bandidos si el Gobierno no actúa», dijo uno de los manifestantes que también encendió neumáticos y pidió la renuncia de Henry.
Por momentos el tráfico se paralizó en las avenidas más importantes de la capital, mientras que en las inmediaciones de la residencia oficial del jefe de Gobierno la Policía utilizó gases lacrimógenos para detener a los manifestantes.
Después de unos meses de aparente tregua de las pandillas como consecuencia de la operación Bwa Kale que desde finales de abril lincha a presuntos miembros de grupos armados, las acciones de las bandas aumentaron en las últimas semanas, en particular en Puerto Príncipe y el departamento Artibonite.
Solo en julio, el Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos denunció que 83 personas fueron víctimas de secuestros, mientras que en el mismo periodo la Organización Ciudadana por un Nuevo Haití registró 82 homicidios, un aumento del 44 por ciento con respecto al mes precedente.
Este lunes el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia alertó del aumento de raptos de mujeres y niños con casi 300 casos reportados en los primeros seis meses del año, el triple de los registrados en 2021.
El organismo mundial señaló que la mayoría de los raptos se produjo por motivos económicos o estratégicos y criticó que se trate a las personas como mercancías o monedas de cambio.