La titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Alicia Bárcena, se reunió con el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas.
Durante su primera visita a la capital de la Unión Americana, la canciller le planteó las preocupaciones del gobierno mexicano.
A través de su cuenta oficial, la dependencia señaló que esta reunión fue “para dialogar sobre temas prioritarios de la relación bilateral, en lo referente a movilidad y migración, colaboración en el combate al tráfico de drogas sintéticas y cooperación transfronteriza”.
Antes, la funcionaria se reunió con organizaciones hispanas y de defensa de los derechos de los migrantes en Estados Unidos.
Entre éstas se encontraron Mi Familia Vota, que impulsa la participación cívica en las comunidades migrantes; Unidos US, que busca abrir oportunidades políticas y económicas para hispanos, al igual que Hispanic Arts, que representa a medios latinos.
A través de las cuentas oficiales, la SRE señaló que, “durante este diálogo abierto, la canciller Bárcena, junto con las y los representantes de las organizaciones, pudieron dialogar sobre los temas más relevantes para la comunidad mexicana e hispana en Estados Unidos”.
Esta es la primera visita de la diplomática a la capital estadounidense desde que fue nombrada en el cargo el 13 de junio pasado.
Al respecto, la Cancillería señaló que el objetivo es dar seguimiento puntual a los temas más relevantes en la agenda bilateral y reforzar la atención y el diálogo con la comunidad mexicana residente en Estados Unidos.
La SRE también detalló que Bárcena sostendrá encuentros con el secretario de Estado, Antony Blinken, así como con el asesor de Seguridad Nacional del presidente Joe Biden, Jake Sullivan.
Según la secretaría, el motivo principal del viaje será para revisar los avances en las vías de movilidad laborales recientes que han promovido una migración más segura, humana, ordenada y regular.
Asimismo, sostuvo que la canciller dará seguimiento al proceso legal que el Departamento de Justicia de Estados Unidos inició en contra del gobernador de Texas, Greg Abbott, por la instalación de boyas alambradas dentro del cauce del río Bravo.