Washington, 14 ago (Prensa Latina) Una de cada cinco personas sufre una enfermedad mental al año en Nueva York, pero el acceso a terapias adecuadas resultan hoy difíciles para muchos en esa ciudad estadounidense.Se estima que esa proporción es como decir, aproximadamente, el mismo número de personas que viven en Manhattan, señaló la Oficina del Alcalde para la Salud Mental Comunitaria.La raza, el sexo, la cobertura del seguro y otros factores determinan el acceso a esos tratamientos, alertó un artículo publicado en el periódico Amsterdam News.Los residentes blancos son más propensos a utilizar los recursos de salud mental que las poblaciones negra, latina y asiática, en lo cual influye también la cuestión económica.Pero además existe un elemento importante, la falta de profesionales para atender a los segmentos minoritarios, indicó el diario.Un estudio publicado en Counseling Psychology descubrió que por cada mil dos personas negras, indígenas y mestizas en las 45 ciudades más grandes del país, solo hay un terapeuta que sea igualmente de esos grupos demográficos.Si se compara con la proporción de individuos blancos por terapeuta blanco (307 a uno), la realidad arroja que para esa población es tres veces más accesible hallar un profesional.Una investigación que recopiló miles de perfiles individuales del directorio de terapeutas de Psychology Today para evaluar la disponibilidad de terapeutas con los datos del censo de diferentes etnias e idiomas.Para no pocos profesionales de la salud mental la cuestión de hablar con un terapeuta de un origen étnico equivalente o que comparta una experiencia vivida beneficia la comodidad de los clientes durante las sesiones, y también puede ahorrar tiempo.Terrance Martin, un terapeuta afroamericano licenciado en Harlem, dijo que la atención a la salud mental es crucial para combatir las desigualdades sistémicas en los sistemas de atención sanitaria y de justicia penal.Según Roberta Jackson, trabajadora social clínica licenciada en Harlem, la terapia puede ser una herramienta para que las personas procesen sus traumas y cambien sus vidas.