A pesar de los avances científicos y tecnológicos, el océano sigue siendo el lugar más inexplorado del planeta debido a su profundidad y enorme presión atmosférica que generan millones de toneladas de agua, lo que ha impedido conocerlo en su totalidad.
Y es que un grupo de biólogos del Instituto Scripps de Oceanografía y la Universidad de California, descubrieron una nueva especie de estrella de mar, de nombre científico Promachocrinus fragarius, la cual cuenta con 20 brazos y vive a profundidades de entre 60 a 3,840 metros.
Los investigadores, descubrieron a esta criatura inusual que se asemeja a una fresa y pertenece al grupo Crinoidea.
“La estrella de pluma antártica es una criatura marina con ´20 brazos´, algunos irregulares, otros plumosos, y en total pueden medir hasta 20 centímetros de largo”, comentó Greg Rouse, profesor de biología marina Instituto Scripps de Oceanografía en la Universidad de California en Estados Unidos.
El especialista, es coautor del artículo sobre el hallazgo junto a Emily McLaughlin y Nerid Wilson, quienes publicaron su investigación en Invertebrate Systematics.
Anteriormente, los biólogos habían observado diversos animales de este género en distintas expediciones en el océano austral entre 2008 y 2017, solo habían podido identificar a una especie dentro de esta familia: el Promachocrinus kerguelensis, también de múltiples brazos.
Sin embargo, tras estudiar sus genéticas y anatomías, lograron identificar otras siete especies distintas, las cuales fueron descritas en el estudio de la revista Invertebrate Systematics.
Los 20 brazos de la especie recién catalogada doblan en número a lo que se consideraba habitual en las plumas antárticas documentadas hasta el presente.
Estos brazos están segmentados y de ellos parten sendas hileras de filamentos que dan aspecto de pluma a las extremidades. Por si esto fuera poco, la especie cuenta también con otra serie de extremidades, estas más cortas, llamadas cirros.
Ante este increíble descubrimiento, los biólogos destacaron que, a pesar de haber descifrado parte del enigma que rodea a los Promachocrinus, todavía existe una multitud de especies desconocidas en las profundidades de este remoto océano.