Por Zeus Naya
Ciudad de Guatemala, 26 ago (Prensa Latina) La gran sorpresa de la primera vuelta de las elecciones en Guatemala, Bernardo Arévalo, del Movimiento Semilla, llegó finalmente al tramo decisivo de la carrera presidencial y arrolló a su rival Sandra Torres, abanderada de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).
En más de 20 puntos el otrora diplomático aventajó a la exprimera dama y obtuvo el 58,05 por ciento de los votos válidos (2 441 661) en el balotaje, a pesar de las campañas sucias en contra de su partido, desinformación e intentos por deslegitimarlo.
El también diputado del Congreso, calificado de progresista, se impuso en 17 de los 22 departamentos de UNE nación, lo cual motivó, incluso antes del cierre del conteo, la felicitación de sectores de peso y del propio jefe de Estado, Alejandro Giammattei.
Sociólogo de profesión, académico y escritor, Arévalo reconoció de inmediato, con humildad,lo logrado en un día histórico y expresó:»Lo que el pueblo grita es basta ya de tanta corrupción», la principal línea de trabajo promovida de cara a la gestión que asumiría el 14 de enero de 2023.
Torres, tal como hizo al término de los sufragios de 2019, sigue sin aceptar la derrota, y su agrupación alegó en un comunicado que fijará «una posición definitiva cuando se esclarezcan los resultados con total transparencia».
Analistas y organizaciones locales e internacionales exigen respeto por la decisión favorable a Semilla expresada en las urnas, debido a que el Ministerio Público continúa la investigación que amenaza la personalidad jurídica de esa asociación política.
Además, hay 13 pesquisas abiertas contra el propio TSE y la UNE evalúa 24 mil 427 actas en las audiencias de revisión para verificar «algunas inconsistencias», aunque estas no cambiarán el panorama electoral.
La aplastante votación en apoyo a Semilla muy probablemente empezará a debilitar a ese bloque de poder que pretendió minar la segunda vuelta de los comicios, declaró a Orbe el antropólogo político Mario Sosa.
Para el investigador, si Arévalo y su fuerza superan las posibles nuevas artimañas, a pesar del amplio margen en las urnas, controlarán solo una parte del Ejecutivo, donde un conjunto de ámbitos de decisiones están en manos empresariales.
Aparte, Semilla será una fuerza minoritaria en el Congreso y enfrentará a un bloque de bancadas del «pacto de corruptos», que intentará negociar manejo de presupuestos y de políticas, advirtió el experto.
(Tomado de Orbe)