Quito, 1 sep (Prensa Latina) Diez personas se encuentran hoy en prisión preventiva como presuntos responsables de los atentados con coches bomba esta semana en la capital de Ecuador.
Los sospechosos son procesados por el delito de terrorismo, que está tipificado en el Código Orgánico Integral Penal y pueden recibir penas de entre 10 y 13 años de cárcel.
En medio del estado de excepción que rige a nivel nacional, en la noche del miércoles y la madrugada del jueves detonaron dos automóviles en Quito.
El primer incidente transcurrió en las calles Robles y Amazonas, en el sector de La Mariscal, y el otro en la avenida 12 de Octubre, cerca de la sede del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI).
Por el primero de los delitos hay seis detenidos y otros cuatro por el segundo crimen, la mayoría con antecedentes penales, según precisó la víspera el comandante general de la Policía Nacional, general Fausto Salinas.
Este jueves en otras provincias del país como Azuay y El Oro, en el sur, también se registraron detonaciones en la vía pública.
Ecuador sufre una escalada de la inseguridad, con frecuentes hechos delictivos que en 2022 cobraron la vida a más de cuatro mil 500 personas y el número de muertes violentas se perfila mayor en 2023 si la tendencia continúa como hasta ahora.
El uso de explosivos y coches bomba significan una escalada del crimen organizado, con lo cual las bandas criminales buscan demostrar mayor presencia en determinados territorios y sembrar terror, de acuerdo con analistas.