Berlín, 4 sep (Prensa Latina) La Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (Ipbes) cifró hoy en 423 mil millones de dólares el coste anual de la invasión de especies exóticas en el mundo.
Dicha cifra se cuadriplica cada década desde 1970 y tiene un papel clave en la extinción del 60 por ciento de plantas y animales, indicó un reporte de Ipbes.
Además de ser una amenaza para la naturaleza, las especies exóticas invasoras perjudican la economía, la seguridad alimentaria y la salud humana.
Según Ipbes, una entidad que abarca a 143 países, muchas actividades humanas introdujeron más de 37 mil de dichas especies en regiones y biomas de todo el planeta.
Más de tres mil 500 de ellas son tan nocivas que amenazan gravemente la naturaleza y la buena calidad de vida.
El informe muestra que el 34 por ciento de los impactos de las invasiones biológicas se registraron en América, el 31 por ciento en Europa y Asia Central, el 25 en Asia y el Pacífico y alrededor del siete por ciento en África.
La mayoría de los impactos negativos se registran en tierra (alrededor del 75 por ciento), sobre todo en bosques, zonas boscosas y zonas cultivadas, y un número considerablemente menor en hábitats de agua dulce (14) y marinos (10).
Las especies exóticas invasoras son más dañinas en las islas, donde el número de plantas de este tipo supera al de las plantas autóctonas en más del 25 por ciento de todos los territorios.
La previsión es que su expansión y sus efectos empeoren por causa del crecimiento económico mundial, la intensificación y expansión de los cambios en el uso de la tierra y del mar, así como los cambios demográficos.
Igualmente, el cambio climático empeorará la situación, mientras las plantas exóticas invasoras pueden provocar incendios más intensos y frecuentes.
Por ello, los gobiernos del mundo acordaron en diciembre del año pasado, como parte del nuevo Marco Mundial de Biodiversidad Kunming-Montreal, reducir la introducción de especies exóticas invasoras en al menos 50 por ciento para 2030.