Nairobi, 5 sep (Prensa Latina) Muchas organizaciones ambientales celebran hoy el Día de la Vaquita Marina para concienciar al planeta sobre este mamífero acuático que prácticamente puede dejar de existir de un momento a otro, con solamente 10 ejemplares.
Proclamado por el Programa de Naciones Unidas para el Medioambiente (Pnuma), la efeméride busca concienciar sobre la vida silvestre en el planeta y la misma tiene dos fechas, el 18 de julio y el 5 de septiembre.
Si en el año 1997 había en el mundo 570 especímenes de vaquitas marinas (Phocoena sinus), para 2015 solo quedaban 60 y en 2016 la cifra mermó hasta 30, al punto de ser considerada en grave peligro de extinción.
Se cree que actualmente existen apenas 10 ejemplares tras una acelerada extinción debida sobre todo a las malas políticas en cuanto a la pesca y la cantidad de personas que buscan al buche de totoaba, un pez de dos metros de longitud que puede pesar 100 kilos y al cual se le atribuyen propiedades curativas casi milagrosas.
La pesca de totoaba se realiza con enormes bancos de redes y esta es la razón principal de los decesos de las vaquitas marinas, quienes quedan atrapadas y terminan pereciendo al no poder salir a la superficie a respirar.
Se trata del mamífero más grande en la zona del golfo de California y un depredador clave que mantiene a raya la población de otras especies y frena el surgimiento de plagas.
Su muerte puede acarrear grandes pérdidas económicas para la industria pesquera, pero también puede desatar enormes estragos en el mundo marino, sobre todo en la costa mexicana.
Esta especie de cetáceo odontoceto de la familia Phocoenidae, una de las siete especies de marsopa, mide 150 centímetros de largo y pesa hasta 50 kilogramos.
En peligro crítico de extinción y endémica del norte del golfo de California, se le considera el cetáceo más pequeño y en mayor peligro de extinción en el mundo.