Washington, 6 sep (Prensa Latina) La sentencia a Enrique Tarrio, excabecilla del grupo de extrema derecha Proud Boys, por el ataque al Capitolio de Estados Unidos hace casi tres años, mueve hoy interrogantes sobre qué sucederá con el expresidente Donald Trump.
En algunos medios de prensa como MSNBC reportes abundaron en que la mayor condena impuesta hasta ahora a uno de los implicados en los violentos disturbios del 6 de enero de 2021 podría «afectar los procesamientos» que se siguen contra el exmandatario (2017-2021).
Uno de los juicios pendientes de Trump, es derivado, precisamente, de la investigación del fiscal especial Jack Smith por el papel tuvo el exjefe de la Casa Blanca en los sucesos en la sede del Congreso.
Para el exfiscal Chuck Rosenberg, analista de MSNBC, la condena y sentencia de Tarrio fueron instructivas porque, al igual que Trump, no estuvo presente en el Capitolio de Estados Unidos durante el ataque, «pero su papel de liderazgo se tuvo en cuenta en su juicio y penalización».
«Hay que mirar los cargos de condena, ¿verdad?» dijo Rosenberg, al comentar que si «Trump es juzgado y declarado culpable, al dictar la sentencia el juez tendrá en cuenta por qué fue condenado y las directrices federales de sentencia».
En términos generales, si Trump es quien puso todo esto en marcha, y podría decirse que lo hizo, y es condenado por conducta relacionada, aunque no ha sido acusado de conspiración sediciosa, me imagino que un tribunal federal considerará lo que otras personas recibieron en términos de castigo y tratará de ubicarlo en consecuencia, señaló.
Tarrio fue sentenciado la víspera a 22 años de cárcel por cargos de conspiración sediciosa y liderar un fallido complot para impedir la certificación de la victoria electoral del demócrata Joe Biden, ganador en los comicios presidenciales de noviembre de 2020, y la transición pacífica del poder.
La pena dictada por el juez de distrito Timothy Kelly es, hasta ahora, la mayor contra cualquier acusado en relación con los violentos disturbios que dejaron cinco muertos y más de 140 policías heridos.
A Tarrio lo detuvieron en esta capital días antes del asalto al Capitolio por otras infracciones, pero el juez Kelly afirmó que, si bien no estuvo presente durante los hechos violentos del 6 de enero, sí «tuvo un impacto enorme en los eventos del día».
La acusación federal de Trump está basada en los esfuerzos que hizo para tratar de revertir los resultados electorales y mantenerse en el poder, similar a la acusación estatal de Georgia donde conspiró para anular las elecciones en ese estado.
El entonces presidente tampoco estuvo en el Capitolio, pero su arenga en un mitin previo sirvió de combustible a miles de sus simpatizantes para irrumpir por la fuerza en el complejo del legislativo.