Naciones Unidas, 20 sep (Prensa Latina) Durante su intervención en la Asamblea General de Naciones Unidas, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, puso hoy énfasis en recabar un mayor apoyo en la lucha que libra su país contra el tráfico de migrantes.
La jefa de Gobierno señaló que es obligación de la ONU negar cualquier enfoque hipócrita, y lanzar una guerra sin cuartel contra los traficantes, pues de la misma manera que su papel en otros momentos fue definitivo para erradicar el crimen universal de la esclavitud, no puede tolerar que esta regrese con otro nombre.
«Este debería ser un objetivo que nos una a todos, debería ser un objetivo de la Naciones Unidas», señaló, y preguntó ¿Cómo podemos cerrar los ojos ante esta tragedia? ¿Podemos pretender no ver que no hay actividad más lucrativa que la trata de emigrantes? que, según dijo, emula con el tráfico de armas y de drogas.
Meloni enfatizó que Italia quiere estar en primea línea en esta cuestión, y se refirió entre otras iniciativas a la Conferencia Internacional sobre Migración efectuada en Roma el 23 de julio de este año.
En ese foro, además de la importancia de fortalecer el combate contra «aquellos que comercian con los esclavos del tercer milenio» se habló sobre cómo hacer frente a las causas reales de las migraciones, destacó.
«Uno de los objetivos es garantizar el derecho a no tener que emigrar, no tener que abandonar el hogar, la familia, a no perder las raíces y ser capaces de encontrar en la tierra propia las condiciones para poder buscarse la vida», afirmó.
En tal sentido, aseguró que Italia «desea contribuir a la construcción de un modelo de cooperación, que permita la colaboración con los países africanos para que puedan crecer y prosperar», con la creación de oportunidades en las naciones de origen y de tránsito.
En otra parte de su discurso, la líder italiana reafirmó la posición de su país de apoyo a Ucrania en el conflicto con Rusia y expresó que las repercusiones de ese enfrentamiento bélico «nos angustian a todos».
También hizo referencia a los riesgos que implica el desarrollo de la Inteligencia Artificial pues «el ritmo del desarrollo tecnológico va mucho más rápido que nuestra capacidad de gestionar los efectos que puede producir», e hizo alusión en particular a las consecuencias para el mercado de empleo.
«Hay cada vez más personas que ya no serán necesarias, en un mundo que estará dominado por las desigualdades, por la concentración del poder y la riqueza en manos de pocos», manifestó, y añadió que «la evolución tecnológica tiene que estar al servicio de la humanidad, no al revés».
En sus palabras finales, Meloni enfatizó la posición de su Gobierno a favor de una reforma del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, «para que sea más transparente y más eficaz» y se garantice «una distribución geográfica de los puestos, donde los países tengan «la oportunidad de demostrar la valía que tienen en los tiempos actuales».