Naciones Unidas, 15 oct (Prensa Latina) El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, advirtió hoy del riesgo de un abismo en Medio Oriente mientras aumenta la escalada en Gaza, a pesar de los llamados y esfuerzos para frenarla.
En un comunicado divulgado aquí, el titular de la ONU pidió a Hamas la liberación inmediata de rehenes y a Israel un acceso rápido y sin obstáculos a la ayuda para Gaza.
Ambos llamamientos humanitarios, dijo, no deberían convertirse en moneda de cambio y deben implementarse porque es lo correcto.
Gaza se está quedando sin agua, electricidad y otros suministros esenciales, insistió el máximo responsable del organismo.
Las Naciones Unidas tienen reservas disponibles de alimentos, agua, artículos no alimentarios, suministros médicos y combustible, ubicadas en Egipto, Jordania, Cisjordania e Israel, aseguró.
Estos productos se pueden enviar en cuestión de horas, pero para garantizar la entrega, el personal de la ONU sobre el terreno, junto con otras ONGs, deben poder llevarlos «a toda Gaza de forma segura y sin impedimentos para entregárselos a quienes los necesitan», remarcó.
Este domingo, la Agencia de Naciones Unidas para Refugiados palestinos (Unrwa, siglas en inglés) alertó de la necesidad urgente de suministros para continuar sus operaciones.
«No se ha permitido la entrada a la Franja de Gaza durante los últimos ocho días ni una gota de agua, ni un grano de trigo, ni un litro de combustible», dijo el comisionado general del ente, Philipe Lazzarini.
Ese enclave, denunció, «está siendo estrangulado y parece que el mundo ahora mismo ha perdido su humanidad».
Las operaciones de la Unrwa son la mayor huella de las Naciones Unidas en la Franja y estamos al borde del colapso.
Lazzarini recordó que antes de que estallara el conflicto el 7 de octubre, Gaza estuvo bajo bloqueo 16 años.
Más del 60 por ciento de la población ya dependía de la asistencia alimentaria internacional; ya antes de la guerra era una sociedad de bienestar humanitario, reconoció.
En la ultima semana, agregó, el número de personas que buscan refugio en nuestras escuelas y otras instalaciones en el sur es absolutamente abrumador y ya no tenemos la capacidad de ocuparnos de ellos.
La mayoría de nuestros 13 mil empleados en la Franja de Gaza están ahora desplazados o fuera de sus hogares, añadió el representante.
Al menos un millón de personas se vieron obligadas a huir de sus hogares sólo en una semana; un río de gente continúa fluyendo hacia el sur, lamentó.