La Habana (Prensa Latina). – La Ciudad de México asumió en 1955 la sede de la segunda versión de los Juegos Panamericanos, cuatro años después de ser organizados por Buenos Aires.
A la capital mexicana concurrieron dos mil 583 atletas de 22 países, 70 deportistas más que en la cita bonaerense, pese a albergar un deporte menos (17).
Desde el 12 y hasta el 26 de marzo de 1955 México organizó su primera cita multideportiva continental, a cuya inauguración asistieron unos 100 mil aficionados en el hoy Estadio Olímpico Universitario, donde las altas temperaturas pusieron en aprietos a no pocos atletas.
Participaron delegaciones de Argentina, Antillas Holandesas, Bahamas, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Haití, Jamaica, Panamá, Paraguay, Puerto Rico, República Dominicana, Trinidad y Tobago, Uruguay, Venezuela y el país anfitrión.
La delegación de Estados Unidos inició su hegemonía en estas lides con una impresionante cosecha de 88 metales dorados, 58 preseas de plata y 38 de bronce para computar 184 medallas, por delante de Argentina, monarca de la cita inicial, (27-33-20) y los anfitriones (17-11-30).
En esta edición sobresalieron los records mundiales impuestos en el atletismo por el legendario triplista brasileño Adhemar Ferreira da Silva, quien se estiró hasta los 16.56 metros, y el velocista estadounidense Louis Jones, al registrar 45.4 segundos en los 400 metros planos.
También en el deporte rey destacó la presencia del cubano Rafael Fortún, doble monarca en Buenos Aires-1951 en 100 y 200 metros planos, quien dando muestras de su elevado espíritu competitivo concurrió a la cita pese a la poca preparación ocasionada por problemas de salud.
Las semifinales y final del hectómetro se ubicaron en la misma fecha, por lo que la deuda de entrenamiento hizo mella en Fortún, quien pese a sus 36 años logró avanzar a la discusión de las medallas y concluir en un honroso quinto lugar con tiempo de 10.6 segundos.
La poderosa delegación estadounidense arrasó en los torneos de natación, levantamiento de pesas, tiro, gimnasia, esgrima, baloncesto (f), voleibol (m) y nado sincronizado, estos dos últimos de nueva inclusión.
Por su parte, los anfitriones mexicanos reinaron en el tenis, la equitación y el pentatlón moderno, con actuación destacada del clavadista Joaquín Capilla, quien volvió a ser el rey en esa disciplina acuática.
En el boxeo aumentaron a 10 las divisiones en competencia (se agregaron las de 71 y 75 kg), cuatro de ellas dominadas por los argentinos «en la cita anterior ganaron las ocho en disputa», por intermedio de Osvaldo Cañete (57), de Miguel A. Péndola (60), de Juan Carlos Rivero (63,5) y de Alexis Pablo Miteff (90).
El mexicano Hilario Correa (51), el venezolano Salvador Enríquez (54) y el brasileño Luiz Ignacio (81) completaron el cuadro latinoamericano, mientras los tres restantes títulos fueron para púgiles estadounidenses.
Pese al dominio de Estados Unidos, la cita de México 1955 mejoró en paridad a la anterior en la que siete naciones se fueron sin medallas y en esta disminuyó en dos las delegaciones en blanco: Bahamas, El Salvador, Costa Rica, Paraguay y Ecuador.