Washington, 2 nov (Prensa Latina) Después de jugar 63 campañas desde su creación como franquicia, los Rangers de Texas festejan hoy su primera coronación en una Serie Mundial de la mayor liga del béisbol profesional de Estados Unidos (MLB).
Dos veces habían caído en el Clásico de Otoño antes de tocar la gloria la víspera, al vencer en el quinto partido a los Cascabeles de Arizona, una escuadra que como ellos, muy pocos esperaban ver al final de la temporada peleando por los célebres anillos.
Primero cayeron en 2010 en cinco partidos ante los Gigantes de San Francisco y un año después a manos de los Cardenales de San Luis en una serie que se extendió a siete pleitos, para desaparecer más de dos lustros de la gran fiesta otoñal.
Entre 2021 y 2022 perdieron 196 partidos, hasta que su propietario Ray Davis abrió la billetera e iniciaron un ambicioso y millonario proyecto de contrataciones, que incluyó al manager Bruce Bochy, uno de los artífices del triunfo.
Considerado por muchos como uno de los mejores en sus funciones, el mentor más ganador de las últimas dos décadas en Las Mayores, quien llevó tres veces a los Gigantes de San Francisco al título en la Serie Mundial, no defraudó y puso a Texas a sus pies.
La hazaña comenzó a tejerse cuando barrieron a los Rays de Tampa en la eliminatoria del comodín, vencieron a los Orioles de Baltimore en la Divisional ※pese a que este llegaba como el más ganador de la Liga Americana※ y destruyeron a unos Astros de Houston en la Serie de Campeonato de Liga que presumían ser los vigentes monarcas de la MLB.
Héroes hay varios como en todo deporte colectivo, pero sin el desaforado bateo del cubano Adolis García los Rangers quizás no hubieran llegado tan lejos en octubre, como vaticinaban muchos especialistas.
«El Bombi» lideró a todos los bateadores en cuadrangulares (8) e impuso un récord para postemporadas de 22 carreras impulsadas, que le valieron para llevarse el premio al Jugador Más Valioso (MVP por sus siglas en inglés), antes de lesionarse en el tercer desafío del duelo definitorio ante los D-backs.
«Nunca nos rendimos, venimos a ganar y al final nos llevamos la Serie Mundial» declaró tras la conquista Corey Seager, un hombre que tomó la bandera tras la lesión de García y asumió el liderazgo ofensivo de su tropa.
«Me siento feliz de ser parte de este equipo y la manera en que trabajamos duro, es impresionante», agregó después de conectar tres cuadrangulares en los cinco juegos y ser elegido MVP del Clásico de Otoño por segunda vez en su carrera, mérito que solo tenían los miembros del salón de la fama Sandy Koufax, Bob Gibson y Reggie Jackson.
Acabada la sequía y mientras la gran mayoría de los medios noticiosos en el mundo reflejan este triunfo histórico, los Rangers llegarán a Texas a compartir el trofeo con esa fanaticada que también tiene protagonismo en esta historia y que ha esperado este momento durante tantos años.