Con 73 votos a favor, la Cámara de Senadores aprobó una reforma a la Ley General de Cultura y Derechos Culturales, para promover el acceso universal a la cultura en las diversas lenguas que se hablan en el territorio nacional.
Plantea que la Federación, entidades federativas, municipios y alcaldías de la Ciudad de México deben establecer acciones para cumplir con este propósito.
La presidenta de la Comisión de Asuntos Indígenas, Estrella Rojas Loreto, dijo que corresponde a las instituciones del Estado establecer políticas públicas, crear medios institucionales, usar y mantener infraestructura física y aplicar recursos financieros, materiales y humanos para hacer efectivo el ejercicio de los derechos culturales.
Mencionó algunos derechos culturales de los mexicanos: el acceso a la cultura y al disfrute de los bienes y servicios que presta el Estado, la libre elección de una o más identidades culturales; la pertenencia a una o más comunidades culturales; la participación de manera activa y creativa en la cultura; la comunicación en la lengua o idioma de su elección y la protección de los derechos morales y patrimoniales de sus obras.
Rojas Loreto pidió que la Secretaría de Cultura impulse la coordinación de acciones entre los prestadores de servicios culturales de los sectores público, social y privado, sus trabajadores y usuarios, así como las autoridades o representantes de los pueblos y comunidades indígenas.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística, hay siete millones 364 mil 645 personas mayores de tres años hablantes de alguna lengua indígena, y de acuerdo con el Catálogo de Lenguas Indígenas, existen en nuestro país 11 familias lingüísticas indoamericanas con presencia en el territorio nacional.
El presidente de la Comisión de Estudios Legislativos Segunda, Rafael Espino de la Peña, recordó que el dictamen en materia de inclusión de lenguas tiene el propósito de promover la diversidad cultural y la inclusión lingüística en México.
Mencionó que el reconocimiento de la riqueza de las lenguas indígenas y la importancia de garantizar que todos tengamos acceso a la cultura, a través de las tecnologías de la información y de la comunicación, son fundamentales en un país tan diverso como México. “La reforma es una medida para prevenir la discriminación y la exclusión social”, afirmó.
También, se aprobó el dictamen con 71 votos a favor, que reforma la Ley General de Cultura y Derechos Culturales, para reconocer los derechos culturales de las personas mexicanas que habitan en territorio extranjero; la identidad cultural de las comunidades mexicanas fuera del territorio nacional; la diversidad cultural de la nación más allá de las fronteras de nuestro país.
Al incorporar los derechos culturales de las personas residentes en el territorio nacional y de aquellas de nacionalidad mexicana que no habitan en el país, se les reconoce la nacionalidad a sus descendientes directos y los descendientes de sus hijas e hijos, aún continúen residiendo fuera del territorio nacional, siempre que sean hijos de madre mexicana o padre mexicano.
Se incorpora el término de cultura transterritorial, categoría que propone significar a las expresiones culturales de las personas mexicanas de distintos grupos generacionales que residen fuera del territorio nacional, cuyas manifestaciones pueden o no expresar un vínculo con el legado cultural de nuestro país, pero constituyen muestras de lo que mexicanos realizan en el exterior y debe ser conocido.
La senadora Ruth López Hernández, de Movimiento Ciudadano, apoyó el dictamen para garantizar los derechos culturales de las expresiones culturales y artísticas de personas mexicanas en el extranjero.
Señaló que la cultura une a las personas y al garantizar sus derechos culturales, “es reconocer a la nación misma, su historia y su evolución, los agentes culturales y artísticos al centro y sus derechos al frente”.