Washington, 28 nov (Prensa Latina) El republicano George Santos tendría muy cerca hoy el fin de sus días en el Congreso de Estados Unidos de prosperar una tercera resolución para expulsarlo cuando regresen sus colegas de la Cámara de Representantes al Capitolio.
Sin dudas para Santos, miembro de la Cámara Baja por Nueva York, «a la tercera va la vencida», porque logró esquivar dos iniciativas similares anteriores, pero la que se anuncia ahora parece algo difícil.
En esta ocasión la votación amenaza con ser potencialmente exitosa tras el informe del Comité de Ética del hemiciclo, el cual determinó que el legislador «violó las leyes penales federales».
El presidente del panel, el representante Michael Guest, interpuso la resolución para expulsar a Santos, mientras otros miembros del órgano del legislativo advirtieron que planean forzar un sufragio sobre la destitución esta semana.
Durante una conversación en X Spaces la semana pasada dijo: «Sé que me expulsarán cuando esta resolución de expulsión llegue al pleno».
Al menos dos miembros demócratas de la Cámara Baja, Robert García (California) y Dan Goldman (Nueva York) afirmaron que tomarían medidas para forzar la votación en el pleno, y ello entonces debería ocurrir dentro de dos días legislativos.
Guest dio a conocer la resolución para expulsar a Santos un día después de que el Comité publicara su informe, el cual encontró que el legislador de primer mandato «robó descaradamente de su campaña», utilizando fondos oficiales para viajes a Atlantic City y Las Vegas, así como para botox y otros procedimientos cosméticos.
El congresista de origen latino, de 35 años, sobrevivió a dos intentos de expulsión a principios de 2023, pero después de que cayó el informe de Ética sus posibilidades se reducen porque cada vez son más los que piden echarlo incluso los que antes se oponían.
Tal escenario indica que estaría muy próximo a la mayoría de dos tercios necesaria en la Cámara de Representantes para expulsar a un legislador en ejercicio. «He hecho los cálculos una y otra vez, y no se ve muy bien», reconoció el político en problemas en la conversación de X Spaces, no obstante, volvió a decir que «no va a renunciar» porque si lo hace admitiría «todo lo que está en ese informe».
En septiembre se le acusó de 10 cargos, de ellos robar las identidades y la información financiera de los contribuyentes a su campaña y cargar sus tarjetas de crédito varias veces sin autorización.
Mientras en mayo fue imputado de 13 cargos (en total 23) por supuesto fraude, lavado de dinero, robo de fondos públicos y falso testimonio, entre otros, de los que también se declaró inocente.
El representante, de Central Islip, fue elegido en los comicios de noviembre de 2022 por el condado neoyorquino de Suffolk (Long Island) y al parecer, de lo que se avecina, no se salvará.