Cuartar la libertad de expresión no tiene fronteras ni ideologías políticas, hoy hacemos un llamado enérgico para frenar tajantemente cualquier tipo de amenaza y de intimidación a los periodistas independientes de América Latina que se vuelven blancos de ataques por su manejo de la información y que hoy los mantiene salvaguardando su integridad, tal es el caso de nuestro compañero periodista Aldemar Solano Cuéllar, director de CONEXIÓN, quien sufre persecusión por ejercer esta noble profesión.
“Hoy corro por mi vida y la de mi familia”, infortunadamente tengo que decir que las organizaciones que se declaran en defensa de los periodistas, no están haciendo un trabajo eficiente como para que se garantice o permita, a quiénes ejercemos esta actividad, decir la verdad las cosas como son y sin tener que usar una mordaza, como quieren algunos. En Colombia faltan políticas serias que realmente garanticen el libre ejercicio del periodismo.
Hoy en nuestro país, el problema no son los medios de comunicación o el periodista.. El problema, para el estado o la delincuencia, es que se diga la verdad; hoy lo que le conviene al delincuente es tratar de coartar la libre manifestación para mantener la opacidad, sofocando el debate público y creando un terreno fértil para la corrupción. impidiendo a la prensa y a las organizaciones de sociedad civil, cumplir su rol de perro guardián en una sociedad democrática; hay un ejemplo muy claro y es lo que viene ocurriendo en la Ciudadela San Antonio de Villavicencio; un proyecto de vivienda con más de 17 años de construcción y que a pesar de fallos de los altos tribunales judiciales, en favor de los usuarios, el desangre institucional sigue en manos de delincuentes de cuello blanco, su hallazgo fiscal, de acuerdo a la Contraloría General de la Nación, son más de 27 mil millones de pesos y nada de solución para todas estas familias…
Mi pregunta es: ¿ y luego no somos nosotros los periodistas los que tenemos que desenmascarar, denunciando todas estas arbitrariedades en favor de la gente buena y vulnerable de nuestro país?.
Yo salí de mi ciudad en la que por más de 20 años me he desempeñado como periodista crítico; conformé veedurías en favor de toda una sociedad; y hoy en razón a la evidencia del riesgo y de que pretenden que a la fuerza tenga que pertenecer a un grupo al margen de la ley, corro por mi vida. Hoy me encuentro junto a mi familia fuera de mi ciudad porque ya no soy solo yo el que tendría que responder con mi vida; porque de no hacerlo lo tendría que hacer cualquiera de mis hijos.
El estado está perdiendo en su obligación de darnos la seguridad, como lo reza nuestra constitución; los grupos armados ilegales se fortalecen y se convierten en autoridades omnipotentes en todas las regiones del país.
Hay un preocupante panorama por el aumento de criminalidad que está llegando a otro nivel, en medio de la crisis de paz total, los espacios que han ganado los grupos armados ilegales, un gobierno que con sus acuerdos de paz solo ha empeorado la tranquilidad y la seguridad de nuestros conciudadanos. hay aumento de masacres y las personas secuestradas sigue creciendo, la cifra está llegando a 583 personas que están privadas de su libertad…
Hoy estamos a la deriva y es casi que imposible determinar de dónde vienen las amenazas, que aunque se registren o denuncien varias veces ante la Fiscalía, en mi caso es casi que segura la impunidad; por eso, “corro por mi vida” , porque ya no solo las llamadas amenazadoras, ahora estas personas al margen de la ley llegan hasta su casa para dar un ultimátum y no se puede uno esperar para estas amenazas mañana se conviertan en una realidad… “POR ESO HOY CORRO POR MI VIDA”. Pidiendo a organismos internacionales su intervención porque para mañana puede ser tarde.
Con información de Latitud Megalópolis