Lima, 7 dic (Prensa Latina) El expresidente Pedro Pablo Kuczynski reconoció hoy que el indulto que hace cinco años otorgó al exgobernante Alberto Fujimori y ejecutado ayer, le va a costar a Perú en materia de opinión pública internacional.
«En Estados Unidos se podrá entender esa actitud, en Europa, no, la Unión Europa cuando yo di el indulto a Fujimori y hablé con algunos embajadores y no les gustaba la idea», afirmó, aunque defendió su decisión de indultar al expresidente.
Recordó que al decretar el indulto, el 24 de diciembre de 2017, «había un ala del Congreso fujimorista que me quería sacar (destituir) porque no le gustaba que yo hubiera ganado la elección», lo que dio lugar a una crisis de inestabilidad que continúa.
Aunque no la mencionó, se refirió así a Keiko Fujimori, líder del partido Fuerza Popular, mayoritario en el Congreso, y que impulsó la vacancia (destitución) de Kuczynski por un caso de presunta corrupción y los presionó hasta que se vio obligado a renunciar en marzo de 2018.
El indulto fue gestionado por Kenji, el hijo menor del exgobernante, lo cual lo enfrentó a su hermana Keiko, al extremo que fue destituido como congresista.
Kenji fue además sometido a un juicio por el que tiene pendiente un pedido de prisión, por presunta oferta de prebendas gubernamentales para parlamentarios fujimoristas a fin de que no votaran por la vacancia de Kuczynski.
La acusación se basa en el testimonio de un legislador fujimorista que fingió ofrecerse para abstenerse de votar contra Kuczynski a cambio de obras para su pueblo.
Pasado el tiempo los hermanos se reconciliaron y ambos fueron ayer juntos a retirar al padre del presidio en el que vivió desde 2007.