Washington, 9 ene (Prensa Latina) Países en desarrollo, especialmente los más pobres, seguirán inmersos en la trampa que suponen los altos niveles de endeudamiento y el difícil acceso a los alimentos, consideró hoy un experto internacional.
A escala global, «sin una importante corrección del rumbo, la década de 2020 pasará a la historia como una década de oportunidades desperdiciadas», añadió el economista jefe del Grupo del Banco Mundial (BM), Indermit Gill, mediante un comunicado.
El desempeño de la economía internacional continuará siendo débil a corto plazo, «dejando a muchos países en desarrollo -especialmente a los más pobres- atrapados en una trampa, con niveles de deuda paralizantes y un acceso precario a los alimentos para casi una de cada tres personas», opinó Gill.
Por los cálculos de BM, el Producto Interno Bruto (PIB) mundial volverá a ralentizar su expansión en 2024, al registrar un alza de apenas 2,4 por ciento; es decir, inferior al 2,6 estimado para 2023, el tres por ciento de 2022 y el 6,2 por ciento de 2021.
El comportamiento del PIB de 2020 a 2024 podría ser peor que en la etapa asociada a la crisis financiera internacional de 2008-2009, la crisis financiera asiática de finales de los años 1990 y las recesiones de principios de la década de 2000, dijo a la prensa el economista jefe adjunto del BM, Ayhan Kose.
En conjunto, las economías de mercado emergentes y en desarrollo podrían crecer un 3,9 por ciento en 2024, por debajo del cuatro por ciento de 2023 y un punto porcentual menos en comparación con su media en la década de 2010.
Las reducciones del comercio, el alza de la inflación, los altos tipos de interés y la inestabilidad geopolítica podrían provocar un mayor debilitamiento del crecimiento futuro del PIB mundial, indicó la institución en su informe Perspectivas Económicas Globales.
A finales de 2024, argumentó, se alcanzará un lamentable récord: el lustro de crecimiento del PIB global más lento en 30 años.