Bruselas, 18 ene (Prensa Latina) Las obras de arte Tête», de Pablo Picasso y «Lâ€Öhomme en priÿre», de Marc Chagall, se encuentran hoy en buen estado de conservación, luego de ser localizadas en el sótano de una casa de esta ciudad.
Ambas piezas fueron recuperadas, tras 10 años de estar desaparecidas a causa de un robo, según explicó el medio belga Le Soir, el cual agregó que las piezas fueron sustraídas por un coleccionista de arte en Tel Aviv (Israel) en 2010 y tienen un valor de 900 mil dólares (827.595 euros).
Las pinturas, Tête (Cabeza), de Picasso, y Lâ€Öhomme en priÿre (El hombre que ora), de Chagall, se encontraron con su marco original y sin ningún daño, añadió la fuente.
Durante el robo se perdieron también joyas por valor de 680 mil dólares, pero hasta el momento, solo aparecieron estas pinturas.
Le Soir precisó, además, que la Policía fue informada a finales de 2022 sobre la existencia de un ciudadano belga residente en Namur, quien puso en venta las obras de Chagall y Picasso.
Varios meses duró la investigación al sospechoso hasta que la pasada semana registró su domicilio, donde encontró una suma importante de dinero, pero no los cuadros.
El miércoles pasado, a petición del juez de instrucción, el órgano policial de esa ciudad efectuó dos registros en la residencia del principal sospechoso, quien admitió poseer los cuadros, aunque se negó a decir dónde los guardó.
Las pesquisas condujeron finalmente a la policía a Amberes, donde, durante otro registro, detectaron las dos obras en un sótano, ambas debidamente embaladas.
El individuo fue acusado de manipulación de bienes robados y arrestado.
De acuerdo el sitio The Art Loss Register, Pablo Picasso es el artista al que más obras le han robado y en su mayoría estas operaciones ocurrieron en Gran Bretaña.
A su vez, Noah Charney, un experto de gran reputación en asuntos de delitos y obras de arte, afirmó que la obra del malagueño autor de otras piezas como el famoso «Guernica» despierta, en la mayor interés entre esos grupos de malhechores.
La razón es la rentabilidad de su producción, pues sus lienzos cotizan en todos los mercados, legítimos e ilegales, su penetración cultural es anacrónica, por tanto, el gusto por Picasso aumenta año tras año.
Una profesora asociada de derecho penal y criminología en la Universidad de Maastricht, la especialista Donna Yates, explicó a un medio digital «puedo afirmar que hay más picassos falsos que verdaderos».