Caracas, 28 ene (Prensa Latina) La vigencia y legado de José Martí andan de la mano hoy por Venezuela cuando se cumplen 171 años de su natalicio y venezolanos y cubanos rememoran su excelsa vida y pasar por estas tierras.
Y es que el joven que vino a ver a su ídolo Simón Bolívar y lloró ante su estatua ecuestre allá por el año 1881, dejó aquí durante su breve estadía, de apenas seis meses, una impronta que sigue siendo gratificada por quienes aprendieron de él que «amor con amor se paga».
Cubanos organizados en la Sociedad Cultural José Martí en Venezuela, la Asociación de Cubanas y Cubanos residentes, la Plataforma Más allá de Cuba y representantes de organizaciones de solidaridad y políticas, entre otros, homenajearon este domingo al Apóstol.
La Plaza José Martí de la Urbanización Irama, en el estado de Zulia, noreste del país, fue el escenario para celebrar el cumpleaños del político, intelectual y revolucionario, con la colación de flores blancas a los pies del busto del Apóstol, a manera de honar su pensamiento imperecedero y la patria libre.
Desde hace una semana allí, los agradecidos rinden tributo al héroe con la realización de trabajos voluntarios para embellecer el sitio y las áreas aledañas a la Plaza Martiana.
Los profesionales cubanos de la salud, mientras, desarrollaron y continúan su homenaje en sus puestos de trabajo, también este 28 de enero, en saludo al líder de la independencia de Cuba, informaron miembros de la Sociedad Cultural José Martí capítulo Zulia.
Como le hubiera gustado, al denominado por Fidel Castro (1926-2016) autor intelectual del asalto al Cuartel Moncada, no faltó en la velada la música, el arte, la poesía y sus versos hechos canciones de amor, dolor y vida.
En nuestros días, de batallas de ideas y de pensamiento, y parafraseando al Maestro, quien vaticinó que «el primer deber de un hombre de estos días, es ser un hombre de su tiempo» y nos convocó a «Juntarse: esta es la palabra del mundo».
También este domingo, la Plaza que lleva el nombre del luchador independentista cubano en Caracas, acogió a amigos de la solidaridad, del cuerpo diplomático acreditado, diputados, dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela, entre otros invitados, para rendir homenaje a Martí.
Coronas de flores blancas, amarillas y rojas, y otra con la representación de las banderas nacionales de Venezuela y Cuba, engalanaron el lugar, donde nuevamente se patentizó la fraterna amistad, solidaridad y cooperación entre gobiernos y pueblos.
El coro infantil de la embajada de La Habana en esta capital cantó y recitó obras del Maestro, en digno homenaje de quien dijera de ellos: «pero nunca es un niño más bello que cuando trae en sus manecitas de hombre fuerte una flor para su amiga».