Profesionales del chantaje en “rescate” de mascotas

Hay un número considerable de caninos que se pierden cada día y que no existe, hasta el momento, un sistema coordinado de las autoridades competentes para asistir a las personas (dueñas) y, a los perros. Esto, ocasiona que, al contrarío, imperen pillos o bandas de extorsionadores que traten de aprovecharse de la situación emocional y llamen para obtener dinero sin que realmente tengan o hayan visto al peludo.

Los hampones utilizan información de volantes o anuncios de redes sociales o en panfletos, para defraudar a sus víctimas. Los llaman diciendo tener al animal y pedir dinero para el envío del mismo. Hay casos, dicen ser empleados de la Secretaria de Seguridad Ciudadana (SSC).

En la Ciudad de México, personas que buscan a sus animales de compañía extraviados son ahora el blanco de extorsionadores. Lo anterior de acuerdo con un análisis de números telefónicos utilizados para estos fines, realizado por el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México. Los delincuentes cibernéticos, una vez que detectan el extravió de alguna mascota, estudian detenidamente los casos para envolver sutilmente a las víctimas.

Un caso reciente, es el de la doctora Ana Lilia Ortiz que, por un descuido en la veterinaria donde llevo a su mascotita para su aseo, se salió del local y, empezó su martirio por localizarla.

En charla con este reportero, dijo que lamenta la irresponsabilidad de algunos profesionistas que atienden a las mascotas en sus negocios. Éstas, agregó, sin duda se vuelven parte de la familia y siempre se les da lo mejor que se puede. Por desgracia, narró que el pasado 3 de febrero llevo a los hermanos: “Coco” y “Cocada”, dos yorkies, a tomar su baño mensual. Pero, lamentablemente, por un descuido, Cocada (según lo que refiere el veterinario) mordió su collar y escapó. “Desde este momento, empezó con ello uno de los dolores más grandes de mi vida”. Sí, incertidumbre por saber de su mascota y que después, una llamada telefónica, la hizo sentir una respuesta a su angustia. Sin embargo, más tarde supo que se trataba de un vil engaño.

Antes de pagar su “rescate” o “entrega a domicilio”, la profesionista solicitó una identificación del sujeto que se comunicó con ella (quien tomó su número telefónico del cartel o aviso de “Se Busca” acompañada de ofrecer una recompensa), y una foto de “Cocada” que demuestre que está bien.

Avispada, grabo en otro aparato celular la conversación (que nos compartió) y en el cual éste sujeto le dice que lo que hace es un “servicio social” como funcionario público, sin ningún costo que, realiza la Secretaria de Seguridad Ciudadana (SSC). Expone el individuo (según credencial con numero de empleado 99 121, adscrito en Personal Administrativo con el nombre de Israel González Gurrero), que solo se debe realizar un pago de servicio correspondiente al traslado… muy económico y la entrega se realizaría el mismo día… pide domicilio completo de entrega… y ¡lo verifica! Y, hasta da una hora exacta de entrega del canino… “si me confirma… procedemos… el costo del servicio seria de 1,290 pesos por traslado, liberación, entrega,… también lo podemos registrar… sin ningún costo…”.

Eso sí, le dice que los pagos no son a él, ni a policías ni a servidores públicos… “nosotros no recibimos dinero en efectivo ni pago… los pagos correspondientes los tiene que realizar a la caja preventiva del Gobierno de la ciudad de México…en este caso, por el día y por el horario (ya noche) ya se encuentra cerrado lo que es la Tesorería…”

Lo interrumpe la doctora y le sugiere: “Se lo pago a usted directamente sin problema…” a lo que responde el sujeto: “No, yo no recibo dinero… yo soy oficial y no me puedo corromper al aceptar un pago en efectivo, para evitar fraudes, extorsiones… mordidas… a usted, se le tiene que entregar un ticket por parte del gobierno (CDMX) para que usted tenga el comprobante fiscal… para que usted tenga garantía asi como derechos ciudadanos… ¿de acuerdo…?”

Y, después, el supuesto servidor público, en forma sutil le dice: “Entonces, le comento, los pagos, como ya está cerrado la Tesorería, y los bancos, lo que son las cajas que hay en las plazas… las únicas opciones que tuviésemos para pagar al gobierno es por medio de los cajeros inteligentes, que son las nuevas multicajas, por medio de banca móvil que son las nuevas alternativas de transferencia bancaria o por medio de tiendas de prestigio o de autoservicio como OXXO… así de acuerdo al protocolo, seguir con la “liberación” y entrega de la mascota…”

Ana Lilia, dudo y, solo pidió se le enviara por Whatsapp una foto o video de su mascotita… Sin embargo, insistió el individuo: “Le comento, voy a realizar una video llamada, no le voy a enviar fotos, sino una video llamada… pero, cabe reiterar y confirmarle que yo por seguridad… para evitar enviarle mi información, credenciales o identificación… a propietarios que no correspondan… o que reutilicen mi información con algún otro fin… me bloquean el acceso a envío de imágenes y documentación hasta adjudicar y acreditar un protocolo de servicio a gobierno… de igual manera evitamos se le pida lo que llamaban “para el refresco” por mandar una foto o video… o algún tipo de gratificación… le comento yo no recibo ni gratificación ni dinero… ni lo requiero, muchas gracias…”.

La víctima, sabe que es un fraude y deja que siga con su labia el tipo: “Mire… tengo que apegarme a mi protocolo de servicio… de igual manera le comento… al pagar directamente al gobierno… tiene una garantía total al 100 por ciento de que en caso de cualquier altercado, problema o negatividad… el gobierno se haga cargo de cualquier tipo de rembolso. Pero, quiero conformarle de que yo antes de marcarle… tuvo que autorizarlo un zootecnista, un ministerio publico y personal de peritaje… quienes ya estudiaron, verificaron y certificaron a “Cocada”… de tal manera que la información que se le está dando a usted… ya está certificada en un 100 por ciento… y la garantía… es mi palabra y le pido un voto de confianza… y le confirmo que sí es su mascota…”

Entonces, no conforme la doctora, pregunta: ¿no se le abrió la herida de su colita que se la cortaron…?

—No…

— ¿Está bien…?

—“….está bien… “

¿No se le abrió (la herida)…?

“No, está bien, tiene bien la curación…”

Y, ¡cayó en el cuatro! La mascotita no tuvo ninguna curación… ¡Era un vil fraude…!

Afortunadamente, Ana Lilia y “Cocada” apelaron a “la buena voluntad de la gente” y así sucedió. Este miércoles 7 de febrero, por fin, gracias a los múltiples esfuerzos que se hicieron por identificar su paradero ya están juntas nuevamente. ¡Un final feliz!