Lima, 15 feb (Prensa Latina) Las diferencias entre el astro del fútbol peruano Paolo Guerrero y el club César Vallejo se mantienen hoy, tras ratificar el jugador su pedido de rescindir el contrato entre ambos, por amenazas de la delincuencia.
El jugador manifestó preocupación ante el hecho de que, tras un acuerdo de resolver el contrato debido a las amenazas de extorsionadores a su madre, para que Guerrero les entregue dinero bajo amenaza de atentar en su contra, el club lo ha conminado a integrarse a los entrenamientos.
El abogado de Guerrero, Julio García, declaró que ayer logró un acuerdo con el presidente del club, Richard Acuña, que incluyó el pago por el jugador de una suma que no precisó, por la rescisión del contrato firmado hace 13 días.
Dijo que dentro de unos días se cerrará el plazo para inscribir jugadores en clubes suramericanos, y Guerrero quedará sin posibilidad de enrolarse a algún equipo, lo que significará su retiro definitvo del fútbol, pues para mantenerse en nivel competitivo necesita jugar.
Por su parte, Acuña puso en duda la validez del argumento del goleador histórico de la selección peruana, la cual incluye la peligrosidad de Trujillo, ciudad norteña en la que radica el club César Vallejo y que registra casi un asesinato por día y es una de las más afectadas por la delincuencia organizada.
Señaló que ninguno de los otros jugadores del equipo siente esa inseguridad y que en Trujillo se sufre la misma que en el resto del país y que personalmente acudió al Ministerio del Interior para pedir protección para Guerrero y su familia, pero le respondieron que debe haber una denuncia oficial de los afectados.
César Acuña, padre de Richard y dueño de la universidad privada César Vallejo, a la que pertenece el club del mismo nombre, se pronunció por una solución al problema, pues hay un contrato de por medio, y dijo que hablaría con su hijo al respecto.
En ese contexto, el abogado García reveló que Guerrero acudió, ante las amenazas enviadas a su madre, al ministro del Interior, Víctor Torres, quien le sugirió que contrate seguridad privada porque la Policía solo resguarda a autoridades.
El primer ministro, Alberto Otárola, declaró sin embargo que la Policía está a disposición de la madre del jugador y de todo ciudadano que lo requiera.