Washington, 22 feb (Prensa Latina) Los viajes a la Luna constituyen hoy una carrera olímpica que mantiene en entrenamiento a países como Estados Unidos, China, India, Japón y otras naciones europeas, enfocados todos en conseguir terreno en la superficie del satélite natural.
Aunque en las décadas de 1960 y 1970, la competencia por «alunizar» solo se concentraba entre la extinta Unión Soviética y los estadounidenses; en la actualidad, las misiones hacia la Luna traspasan los objetivos gubernamentales y varias empresas privadas se suman a la competencia.
China fue el primer país en lanzar una misión comercial con fondos privados a la Luna en 2014 y se trató de Manfred Memorial Moon Mission, un microsatélite para un sobrevuelo lunar construido por LuxSpace en Luxemburgo.
Por su parte, la empresa estadounidense Intuitive Machines lanzó el pasado 15 de febrero a Odiseo que ya entró en órbita alrededor de nuestro satélite natural y se prevé aterrice en él durante esta jornada en el cráter Malapert A, a unos 300 kilómetros de su polo sur de la Luna.
Esta misión con nombre IM-1 es la segunda del programa Servicios Comerciales de Carga Útil Lunar de la NASA, por el cual la agencia norteamericana contrata con empresas privadas la construcción y lanzamiento de las naves.
Anteriormente, este mismo mes, fue lanzado el módulo de aterrizaje Peregrine de Astrobotic, pero la pérdida de combustible de la nave impidió que llegase a su destino, lo que estaba previsto el 23 de febrero.
Estados Unidos declaró la Luna como un interés estratégico en 2018, y el presidente y director ejecutivo de Intuitive Machines, Steve Altemus, ha declarado que «por primera vez en la historia, hay espacio para que empresas comerciales lleguen hasta allí».
«Hoy en día, más de una docena de compañías están construyendo módulos de aterrizaje, lo cual es un nuevo mercado. La economía comienza a ponerse al día porque existe la posibilidad de aterrizar en la Luna y el espacio requiere un enorme esfuerzo humano, además, siempre contendrá un componente gubernamental porque tienen una necesidad estratégica de estar en ese lugar», aseveró a CNN en español.
En este sentido, La NASA anunció recientemente que el Centro Espacial Mohammed Bin Rashid de Emiratos Árabes Unidos suministraría una esclusa de aire para Gateway, su estación espacial en órbita lunar planificada para las misiones Artemisa.
Por otro lado, en India las empresas espaciales de nueva creación como Pixel, Dhruva Space, Bellatrix Aerospace y Skyroot Aerospace de Hyderabad, que lanzó el primer cohete privado de en 2022, experimentan un auge significativo.
En agosto de 2023, ese país asiático se convirtió en el cuarto país en aterrizar en la Luna con el Chandrayaan-3, sin tripulación, y luego de este hito para esa nación, el objetivo es enviar astronautas para 2040.
A los empeños de las firmas privadas, se suman otras como la compañía australiana, Hex20, que anunció una colaboración con Skyroot Aerospace y la japonesa Ispace, la cual intentará su segundo aterrizaje lunar robótico a finales de este año.