Naciones Unidas, 11 mar (Prensa Latina) La Organización de Naciones Unidas (ONU) consideró hoy insuficiente el financiamiento para la repuesta a las necesidades humanitarias en Haití, con apenas el 2,6 por ciento, en medio del caos generado por la violencia.
El Plan de Respuesta a las Necesidades Humanitarias para ese país, que pide 674 millones de dólares, sólo tiene 17,7 millones de dólares, aseguró este lunes el portavoz del secretario general de la ONU (António Guterres) Stéphane Dujarric.
Durante una sesión informativa, el vocero insistió en la necesidad de ampliar la financiación «para poder ayudar al pueblo de Haití», así como en un acceso humanitario seguro, sin obstáculos y sin condiciones previas, a propósito de la ola de inseguridad desatada por las bandas armadas.
El secretario general de la ONU sigue pidiendo al Gobierno nacional y a todas las partes interesadas que acuerden medidas inmediatas para detener el actual deterioro de la situación y hacer avanzar el proceso político que conducirá a las elecciones, dijo Dujarric. El representante urgió nuevamente a los estados miembros a acelerar los planes en curso para desplegar y financiar adecuadamente la misión de Apoyo Multinacional a la Seguridad, autorizada por el Consejo de Seguridad de la ONU en octubre pasado.
La iniciativa es necesaria para abordar las graves necesidades de seguridad de los haitianos, sin embargo, también carece de financiamiento suficiente, con apenas 10,8 millones de dólares recaudados para desplegar la fuerza.
La ONU calcula que cerca de 15 mil personas resultaron desplazadas en la última escalada, mientras la asistencia a las necesitadas es considerada limitada y riesgosa.
Desde finales de febrero, el Programa Mundial de Alimentos y sus socios entregaron más de 50 mil comidas, en tanto otras agencias como el Fondo de la ONU para la Infancia y la Organización Internacional para las Migraciones proporcionaron casi 70 mil galones de agua y material de refugio de emergencia. A la par, otros socios entregaron mil 500 kits de higiene en lugares donde viven personas desarraigadas por la violencia.