Washington, 12 mar (Prensa Latina) El presidente Joe Biden logró hoy la nominación del Partido Demócrata para las elecciones de Estados Unidos el 5 de noviembre tras alcanzar la mayoría de los delegados necesarios al cierre de las primarias en Georgia.
Según las proyecciones de medios de prensa, el camino está despejado y claro: Biden será el rival del republicano Donald Trump, en lo que ya se pronosticó como pelea revancha y que algunos le ponen los calificativos de «amarga y reñida» frente a su antecesor en el cargo.
Con este resultado solo falta la nominación oficial en la Convención Nacional Demócrata que se celebrará en Chicago, Illinois, en agosto.
Por lo tanto, el partido apostó a que es el actual ocupante del sillón en el Despacho Oval quien sigue siendo la mejor oportunidad para derrotar a Trump una vez más, aunque las condiciones de 2020 no son las de 2024 y hay algunos dentro de la fuerza política del mandatario que tienen sus dudas.
El establishment nos obligó a aceptarlo, pero es evidente que no es el mismo hombre que era hace tres años, y eso no lo ha hecho menos apto para el cargo, sino simplemente no apto, dijo Liano Sharon, demócrata que integra el comité de Michigan.
En una declaración de su campaña la noche de este martes, Biden advirtió que «la amenaza que plantea Trump es mayor que nunca» y que su eventual adversario en la boleta en pocos meses «está llevando a cabo una campaña de resentimiento, venganza y represalia que amenaza la idea misma de Estados Unidos».
De acuerdo con un comunicado del equipo de campaña, Trump «está glorificando a los dictadores y prometiendo convertirse en uno él mismo desde el primer día».
Pese a que tanto Trump como Biden no son muy lejanos desde el punto de vista generacional, el demócrata mantiene este punto como una de sus vulnerabilidades, a tono con las encuestas.
La imagen del gobernante recibió algo de oxígeno la semana pasada cuando en su discurso sobre el Estado de la Unión intentó calmar a los votantes sobre su estado físico, al mostrarse durante los 68 minutos de la alocución en horario estelar con una energía y un brío contrastantes con fechas anteriores.