Bruselas, 14 nov (Prensa Latina) La demanda mundial de crudo en 2024 aumentará en 1,3 millones de barriles diarios, estimó hoy la Agencia Internacional de la Energía (AIE), dando continuidad a consecutivos pronósticos alcistas.
De acuerdo con la institución, las interrupciones del tráfico marítimo en la región del mar Rojo seguirán elevando las exigencias de combustible fósil a corto plazo, pues las embarcaciones están obligadas a recorrer rutas más largas.
Sin embargo, de manera general «la desaceleración del crecimiento, ya evidente en los últimos datos, significa que el consumo de petróleo vuelve hacia su tendencia histórica» tras varios años de volatilidad por el repunte pospandemia de la Covid-19, consideró la AIE.
En términos de oferta, reconoció el aporte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, la llamada OPEP+, al equilibrio del mercado por la decisión de prorrogar hasta fines de junio los recortes voluntarios realizados en el primer trimestre por varios integrantes del bloque.
«Sobre esta base, nuestro balance para el año pasa de un superávit a un ligero déficit, pero los tanques de petróleo podrían aliviarse un poco a medida que los enormes volúmenes de petróleo en el agua lleguen a su destino final», indicó la fuente.
Otro informe reciente de la AIE admitió la importancia de mantener la seguridad en la producción de hidrocarburos para avanzar en la transición energética mediante el empleo de fuentes renovables de energía, con los consiguientes beneficios medioambientales.
«Aunque la dependencia petrolera mundial está disminuyendo, sigue muy arraigada, por lo que las interrupciones del suministro pueden seguir causando un daño económico significativo y tener un impacto negativo sustancial en la vida de las personas», dijo la AIE en un comentario publicado el pasado lunes.
Existe un alto grado de incertidumbre en torno a la rapidez con la que caerá la demanda, eso deja a las compañías petroleras ante «decisiones difíciles y comercialmente arriesgadas en torno a la inversión en exploración y producción», sopesaron los autores del análisis.
La incertidumbre de la inversión aumenta el riesgo de un desequilibrio entre la oferta y la demanda, valoró la AIE.