Ciudad del Vaticano, 14 mar (Prensa Latina) En su mensaje al Encuentro sobre Pueblos Indígenas, efectuado hoy en el Vaticano, el papa Francisco resaltó la necesidad de proteger las diferentes culturas.
En sus palabras a los participantes de ese evento, convocado por las Academias Pontificias de Ciencias y de Ciencias Sociales, el Sumo Pontífice destacó que ese evento «envía un mensaje a los gobiernos y organizaciones internacionales para que reconozcan y respeten la riqueza de la diversidad dentro de la gran familia humana».
«En el tejido de la humanidad existen diferentes culturas, tradiciones, espiritualidades, lenguas que necesitan ser protegidas, porque su pérdida constituiría un empobrecimiento del conocimiento, la identidad y la memoria para todos nosotros», expresó Francisco en ese discurso, divulgado por la oficina de prensa del Vaticano.
En tal sentido, es necesario que los proyectos de investigación científica y las inversiones, se orienten «hacia la promoción de la fraternidad humana, la justicia y la paz, de modo que se puedan asignar recursos de forma coordinada para responder a los urgentes desafíos que afectan a la casa común y la familia de los pueblos».
El Obispo de Roma advirtió que, para lograr este objetivo, se requiere una conversión, una visión alternativa a la que hoy empuja al mundo hacia conflictos crecientes y aprender, con todo este acervo de conocimientos, a superar los mismos de forma no violenta, a combatir la pobreza y las nuevas formas de esclavitud.
Con ese encuentro se pretendió «reunir estas dos formas de conocimiento, para lograr un enfoque más integral, más rico y más humano de algunas cuestiones críticas y urgentes, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, las amenazas a la seguridad alimentaria y la salud, entre otras», manifestó.
El diálogo abierto entre los conocimientos originales y las ciencias, entre las comunidades de sabiduría nativa y las científicas puede, según dijo, contribuir a abordar esas cuestiones cruciales que, «como bien sabemos, están todas relacionadas entre sí».
Finalmente renovó el llamado de la Iglesia Católica a «la fraternidad universal, la libertad, la justicia, el diálogo, el encuentro mutuo, el amor y la paz, evitando alimentar el odio, el rencor, las divisiones, la violencia y la guerra».
Como «guardianes y no amos del planeta», estamos «comprometidos a salvar nuestra casa común y a vivir en solidaridad intergeneracional para salvaguardar las vidas de las futuras generaciones, en lugar de despilfarrar recursos y aumentar las desigualdades, la explotación y la destrucción», agregó el Papa Francisco.