Ciudad del Vaticano, 17 mar (Prensa Latina) El papa Francisco expresó hoy su alivio por la liberación en Haití de cuatro religiosos y un profesor que permanecían secuestrados desde el 23 de febrero y conminó al cese de la violencia en esa nación caribeña.
Luego del rezo del Ángelus, el Sumo Pontífice se dirigió desde una ventana de su estudio en el palacio Apostólico del Vaticano a los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, y destacó la devolución el pasado 11 de marzo de los cinco rehenes pertenecientes a la Orden de los Hermanos del Sagrado Corazón.
«Pido que los otros dos religiosos y todas las personas aún secuestradas en ese querido país afectado por tanta violencia sean liberados lo antes posible» dijo el Obispo de Roma, quien el pasado domingo manifestó su preocupación por el agravamiento de esa crisis, y demandó mayor presión internacional para poner fin a la misma.
El Papa renovó hoy su llamado «a todos los actores políticos y sociales, a abandonar cualquier interés particular, y a comprometerse con espíritu solidario en la búsqueda del bien común», para todos los haitianos, señala un comunicado divulgado por la oficina de prensa de la Santa Sede.
Se refirió además a la necesidad de lograr «una transición pacífica hacia un país que, con la ayuda de la comunidad internacional, esté dotado de sólidas instituciones capaces de devolver el orden y la tranquilidad a sus ciudadanos».
En una nota publicada este domingo por el diario Vatican News, referida a estas últimas palabras de Francisco sobre la dramática situación en Haití, y en particular acerca del secuestro de religiosos por parte de bandas criminales armadas, se señala que esas acciones tienen fines extorsivos, para obtener un rescate.
En tal sentido, aún permanecen en manos de esas pandillas los religiosos Pierre Isaac Valmeus y Adam Montclaison Marius, de la citada orden católica, quienes fueron secuestrados el mismo día que los ya liberados, apunta ese medio informativo.
Ante la última ola de violencia de pandillas en ese país caribeño, un panel de las Naciones Unidas advirtió que la capital, Puerto Príncipe es una «ciudad bajo asedio».
La crisis se agravó luego de que grupos criminales armados atacaron el Palacio Presidencial y el Cuartel General de la Policía, tras lo cual controlan gran parte de esa ciudad y las carreteras.
El 7 marzo último el gobierno del primer ministro Ariel Henry, quien dimitió el 11 de este mes, decretó el Estado de Emergencia por treinta días, al persistir la desobediencia de las pandillas y el pánico colectivo.
Dicha medida regirá en todo el departamento del Oeste al menos hasta el miércoles 3 de abril, mientras el toque de queda sigue vigente en todo este territorio para restablecer el orden y tratar de recuperar el control de la situación.