Washington, 22 mar (Prensa Latina) Pese a las graves acusaciones en su contra por cargos de corrupción y obstrucción a la justicia, el legislador Bob Menéndez podría buscar un escaño en el Senado de Estados Unidos como indepediente.
El senador por Nueva Jersey anunció que no irá a la reelección en su puesto en la Cámara Alta como demócrata, sin embargo dejó la ventana abierta de que si sale ileso del trance con la justicia se lanzará de forma independiente.
«No me presentaré para las primarias demócratas este junio. Tengo la esperanza de que mi exoneración se lleve a cabo este verano», expresó en un video en Internet que luego removió.
Menéndez tendrá que sentarse en el banquillo de lo acusados en el juicio por corrupción el 6 de mayo, y de ser absuelto, podría postularse como independiente en los comicios generales del 5 de noviembre y continuar recaudando dinero como candidato.
El pasado 7 de marzo el otrora presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado fue imputado de obstrucción a la justicia.
El senador demócrata por Nueva Jersey y su esposa Nadine Menéndez (que en algún momento pidió ser juzgada por separado) fueron imputados con 18 cargos, de acuerdo con los documentos judiciales.
Según la acusación, la pareja provocó que los abogados hicieran declaraciones falsas a fiscales federales en Nueva York sobre un Mercedes-Benz convertible y pagos de hipotecas que habrían sido fruto de sobornos de empresarios que buscaban los favores del senador.
«Robert Menéndez supuestamente acordó utilizar su posición oficial para beneficiar a Wael Hana, José Uribe, Fred Daibes y el Gobierno de Egipto a cambio de cientos de sobornos» para él y su esposa, los cuales incluían «lingotes de oro, efectivo, y un convertible de lujo», subrayó entonces la acusación.
Menéndez, de 70 años, quien se declaró inocente de los cargos de corrupción y de actuar ilegalmente como agente de un gobierno extranjero,
fue acusado en septiembre de aceptar dinero en efectivo, lingotes de oro y un auto Mercedes-Benz de lujo, a cambio de lucrativos favores políticos.
En enero de este año, el senador sumó otra raya a su lista delictiva, esta vez por tráfico de influencia, vinculado a un empresario de Nueva Jersey y un fondo de inversión de Qatar.
El demócrata ya había sobrevivido a un escándalo previo por actitudes corruptas, vinculadas a presuntos pagos por influencia política, pero fue desestimado en 2018.
Actualmente son cada vez más crecientes los llamados en Nueva Jersey y en otros círculos en Washington para que renuncie.