Lima, 24 mar (Prensa Latina) Una nueva encuesta privada difundida hoy asignó solo ocho por ciento de los peruanos que aprueban el desempeño de la presidenta Dina Boluarte, cuando enfrenta una investigación por la posesión de un reloj de lujo sin declarar.
El sondeo del no gubernamental Instituto de Estudios Peruanos (IEP) precisa que la aprobación a la mandataria cayó dos puntos respecto a febrero pasado, mientras la desaprobación subió en mayor proporción, de 82 a 86 puntos porcentuales en el mismo lapso.
La gobernante y sus ministros han declarado en reiteradas ocasiones que no consideran referente válido a los resultados de las encuestas.
Peor es la situación del Parlamento, considerado afín a la mandataria, pues aumentó su reprobación de 90 a 92 por ciento y su aceptación subió apenas de cinco a seis por ciento, diferencia que está dentro del margen de error del sondeo.
También hoy un reporte periodístico citó un informe de inteligencia financiera, según el cual, las cuentas bancarias de la actual presidenta recibieron entre agosto de 2016 y agosto de 2022 numerosos depósitos en efectivo y transferencias de origen desconocido, por un millón 100 mil dólares. Ese monto fue depositado en 11 cuentas de Boluarte, dos de ellas mancomunadas y que corresponden al acopio de fondos de campaña electoral de 2021, cuando fue candidata a la vicepresidencia en la fórmula de Pedro Castillo, de quien se alejó meses antes de que fuera destituido y lo reemplazara.
La mandataria proclamó ante la prensa el viernes último decencia y negó ser corrupta en aparente referencia al Rolex que lució en actos públicos, no declarado como exige la ley y parte de una colección de 15, lo cual investiga la Fiscalía de la Nación por el presunto delito de enriquecimiento ilícito.
Siguió sin embargo sin explicar la procedencia del Rolex, precisión que le reclaman todos los sectores políticos y solo afirmó que, cuando su agenda de trabajo se lo permita, declarará su verdad ante la Fiscalía.
De otro lado, la encuesta del IEP verificó también quiénes son los políticos con menos simpatía y, por tanto, de mayor potencial antivoto, y el primer lugar lo ocupó el acaudalado empresario conservador César Acuña, con 74 por ciento.
Detrás de Acuña se ubicaron entre los más rechazados, el nacionalista radical Antauro Humala, con 73 por ciento, y los neoliberales Keiko Fujimori, con 72 por ciento, y Rafael López-Aliaga, con 60 por ciento.