Quito, 27 mar (Prensa Latina) Policías y militares de Ecuador reprimieron hoy con gases lacrimógenos una protesta contra el avance de la minería, que se desarrollaba frente al Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica, en esta capital.
Un grupo de activistas, representantes de movimientos sociales y ciudadanos se encontraba en la tarde de este miércoles en las afueras de la institución cuando las fuerzas del orden se acercaron en motocicletas y a punta de gases dispersaron a los manifestantes.
A pesar de la represión, se volvieron a reunir en otro punto para exigir el fin de la represión, no sólo contra ellos, sino contra quienes luchan en la comunidad de Palo Quemado, provincia de Cotopaxi, contra la implantación de un proyecto extractivista.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) denunció que uno de los heridos por la represión de la fuerza pública en esa localidad se encuentra en una situación crítica con heridas en la parte lateral de la cara que incluyen fracturas causadas por el impacto de perdigones diseminados en la región cervical.
La Conaie alertó que las autoridades intentan encubrir este caso y afirmó que Robayo y su familia son hostigados por visitas permanentes de agentes de policía, inteligencia y encubiertos que buscan limitar y censurar la información y la realidad de los hechos.
«La represión no puede quedar impune. Exigimos justicia y denunciamos estos actos violentos perpetrados por la Policía y las Fuerzas Armadas, en complicidad con el Gobierno de Daniel Noboa y las empresas mineras como Atico Mining», afirmó la organización.
Este miércoles, continuaron las protestas antimineras, que rechazan desde hace dos semanas la instalación del proyecto La Plata, el cual estaría a cargo de la mencionada compañía.
Ante los últimos acontecimientos en Palo Quemado, parroquia donde han tenido lugar enfrentamientos entre residentes opuestos al extractivismo y miembros de las fuerzas del orden, existen versiones diferentes de los sucesos.
El Gobierno apunta que actores ajenos a la zona buscan sembrar el caos e inestabilidad con enfrentamientos entre la comunidad y las fuerzas del orden que han dejado hasta el momento nueve ciudadanos y 37 uniformados heridos.
El presidente de la Conaie, Leonidas Iza, rechazó cómo desde el Ejecutivo insisten en posicionar la narrativa de que son terroristas, cuando en realidad en la parroquia Palo Quemado la población lucha contra la imposición de un proyecto minero.
Acusó al Estado de cometer actos de violencia, fuerza e intimidación contra la población que se opone a la actividad extractiva por sus consecuencias para la naturaleza, el agua y la ciudadanía.