Lima, 5 abr (Prensa Latina) Críticas de diversos sectores políticos y juristas peruanos provocó hoy la declaración de la presidenta Dina Boluarte de que los relojes de lujo Rolex por los que es investigada eran prestados y ya los devolvió.
Las reacciones al mensaje televisado de 10 minutos que ofreció tras ser interrogada durante cinco horas por el Ministerio Público, pusieron en duda el llamado de la mandataria y el primer ministro, Gustavo Adrianzén, a «pasar la página» porque, afirman, ella aclaró ya el asunto.
«Miente con el mismo descaro con el que ordenó las masacres (muertes en protestas tras el ascenso de Boluarte a la Presidencia) porque se sabe blindada por el Congreso y la clase política» tradicional, comentó la exministra de la Mujer Anahí Durand.
«¿Cree que los peruanos vamos a creerle? Me hierve la sangre al ver tal nivel de cinismo», dijo el parlamentario neoliberal Carlos Anderson, quien acusó a Boluarte de tratar a connacionales «como si fuéramos retardados mentales», lo que confirma, añadió, su incapacidad moral, por la que no puede seguir gobernando.
La legisladora progresista Ruth Luque dijo que la presidenta no solo es responsable de las 50 muertes en protestas sociales, sino además es mentirosa.
«Cree que puede confundir a los peruanos y utilizar la mentira para eludir su responsabilidad y nos toma por tontos. No es signa para el cargo de Presidenta», agregó.
Desde la extrema derecha, el congresista Alejandro Muñante comentó que el caso de los Rolex de ninguna manera está cerrado, pues ahora se conoce la posición de Boluarte y la investigación debe continuar a fondo y con rigurosidad.
Su colega de izquierda Jaime Quito apuntó que no sabe si reír o llorar por el mensaje de Boluarte, a quien acusó de mentir, y apuntó que cuando pretendía que la Fiscalía postergue su interrogatorio, en realidad quería tiempo para armar una historia engañosa.
La abogada penalista Romy Chang y su colega Vladirmir Padilla coincidieron en señalar que la presidenta parece no haber caído en la cuenta de que, al decir que Oscorima le prestó los relojes estaría cometiendo un delito.
Chang explicó que la legislación peruana sanciona con prisión a los funcionarios que aceptan ventajas, beneficio o dádiva y no solo regalos, y recibir un reloj en préstamo que cuesta 14 mil dólares, encaja en ese delito.
Sus colegas Carlos Caro y Luis Lama advirtieron también que Boluarte no puede esperar que se voltee la página y el escándalo de los Rolex termine, como pidió en el mensaje, pues las indagaciones continuarán su marcha y puede que entre los involucrados la Fiscalía encontraría colaboradores.