Washington, 23 abr (Prensa Latina) Un viejo refrán dice que quien tiene tejado de vidrio no tira piedras al vecino, lo que hace el Gobierno de Estados Unidos cada año con su informe sobre violaciones de derechos humanos en el mundo.
El unilateral reporte, divulgado por el Departamento de Estado, provocó a nivel internacional las más amplias reacciones, porque para muchos no es posible que un país intente erigirse como juez a nivel global con tantos problemas dentro.
Mientras, críticos en el plano doméstico hablan de la «ausencia de avances» en varias cuestiones como la prevalencia de los delitos de odio, la violencia con armas de fuego y el uso excesivo de la fuerza por parte de los agentes encargados de hacer cumplir la ley, entre otros temas.
Capítulo merecen también las mujeres, cuyos derechos reproductivos son actualmente violados en distintos puntos del territorio nacional.
La Corte Suprema hizo retroceder a esta nación al menos medio siglo, cuando en junio de 2022 derogó el histórico fallo de Roe vs. Wade que brindó protección legal al aborto.
En una veintena de estados -la mayoría con legislaturas republicanas- se han tratado de impulsar medidas restrictivas como en Texas, donde Kate Cox, una mujer de 31 años, tuvo que viajar para interrumpir un embarazo que ponía en peligro su vida.
La situación con los inmigrantes ha despertado igualmente las más variadas críticas. Por ejemplo, las familias separadas en la frontera por medidas adoptadas en su momento por la administración de Donald Trump (2017-2021).
Un audiovisual divulgado en 2021 por BBC Mundo describió las terribles condiciones de hacinamiento de niños en centros de detención. «Teníamos mucho frío y nos daban cosas frías. Dormíamos cinco niñas en una colchoneta y otras en el puro piso», dijo una de las que ofreció su testimonio.
Hay infinidad de hechos documentados, además de los cientos de personas que tras décadas en cautiverio recuperan su libertad al probarse errores en el sistema que impartió justicia o los que languidecen en el corredor de la muerte como Rocky Myers, un afroamericano con discapacidad intelectual.
Myers lleva tres decenios en el corredor de la muerte de Alabama por asesinato. Organismos de derechos humanos advirtieron que recibió una asistencia letrada inadecuada y fue declarado culpable, tras unos testimonios marcados por incoherencias y presuntas presiones policiales.
Permanecen en la memoria colectiva los gritos de auxilio de George Floyd de «No puedo respirar», cuando un policía blanco -en un fatal exceso- lo apretó hasta la asfixia con una de sus rodillas contra el cuello.
La muerte de Floyd desató una ola de protestas a nivel nacional, las mayores registradas desde la década de los â€Ö60 cuando la lucha por los derechos civiles.
En cuanto al acceso a la atención sanitaria, un artículo que apareció en el diario The New York Times en junio de 2023 subrayó que el sistema de salud estadounidense está averiado.
«La reforma sanitaria no parece ser ahora mismo una prioridad política en Estados Unidos. Y es un error. El sistema de salud estadounidense está averiado. Somos uno de los pocos países desarrollados que no tienen cobertura universal», sostuvo el material periodístico.
También ahí sigue como una mancha para Estados Unidos la cárcel que mantiene en parte de un territorio ilegalmente ocupado en Cuba. Las torturas a los prisioneros y las condiciones en su momento expuestas calificaron el lugar de «hueco oscuro» en los derechos humanos.
Con bastantes «pecadillos» en la materia, la Casa Blanca vuelve a su análisis. Esta vez se trata de su Informe por países 2023 sobre prácticas de derechos humanos en el que, según el contenido revelado este lunes, se inmiscuyó en asuntos de 200 países y territorios, entre ellos Rusia, Belarús, Cuba, Nicaragua, Venezuela y otras naciones.
En su respuesta, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, expresó que «al secretario de Estado de Estados Unidos no le preocupan los Derechos Humanos ni los del pueblo de Cuba, que viola con medidas de asfixia y bloqueo extremo, ni los del masacrado pueblo palestino».
En un mensaje en X, Rodríguez subrayó que a Estados Unidos «le preocupan los derechos de los productores de armamento y sus objetivos de dominación y saqueo».
Ante esa pretensión de Estados Unidos de erigirse como juez global, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, fue claro: «Nosotros somos respetuosos con ellos. Ellos deberían de ser respetuosos con nosotros».