Naciones Unidas, 24 abr (Prensa Latina) El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, pidió hoy una respuesta global urgente ante la peligrosa expansión del hambre detallada en el más reciente Informe Mundial sobre Crisis Alimentarias.
De acuerdo con el alto representante, la publicación enumera una lista de las fallas humanas en la que 300 millones de personas afrontaron crisis alimentaria en 2023, incluidos niños que mueren mientras abundan los alimentos.
Gaza tiene el mayor número de personas frente al hambre catastrófica jamás registrado en el Informe Mundial mientras que el conflicto en Sudán ha creado la mayor crisis de desplazamiento interno del mundo, advirtió el titular de Naciones Unidas.
«Eso significa hambre y desnutrición para millones de personas, en particular mujeres y niños», agregó.
El sombrío texto, publicado este miércoles, alerta de peligrosos niveles de hambre aguda que afectaron a 281,6 millones de personas el año pasado, el quinto año consecutivo en que la inseguridad alimentaria empeora.
Más de la quinta parte de los habitantes de 59 países se enfrentaron a inseguridad alimentaria aguda en 2023, en comparación con aproximadamente solo una de cada 10 en 48 países en 2016.
De acuerdo con Guterres, la respuesta a esta crisis va desde transformar los sistemas alimentarios hasta poner en práctica la financiación para acabar con el hambre con un estímulo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en apoyo a los países del Sur Global y financiando plenamente las operaciones humanitarias.
«Con compromiso y acción concertada, podemos crear un mundo donde el hambre no tenga hogar. Pongámonos en marcha hoy», convocó.
La publicación, una iniciativa conjunta del Programa Mundial de Alimentos, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia y la Organización para la Alimentación y la Agricultura, estima que 36 millones de personas en 39 países enfrentaron niveles de emergencia (o de nivel cuatro de cinco) de inseguridad alimentaria aguda en 2023.
Más de un tercio de ellos se encontraban en Sudán y Afganistán mientras que en otros países como Etiopía la falta de datos disponibles provoca temores sobre crisis desatendidas.
«Los hogares en esta grave situación se enfrentan a grandes déficits alimentarios, que se reflejan en altas tasas de desnutrición aguda y un exceso de mortalidad o se mitigan mediante el uso de estrategias de emergencia para hacer frente», advierte el informe.
Cerca de 165,5 millones de personas en 41 países se enfrentaban a niveles de crisis, (fase tres de cinco) de inseguridad alimentaria aguda y alrededor de 292 millones de personas en 40 países se encontraban en el la fase dos.