Washington, 24 abr (Prensa Latina) El inhabitable planeta Venus ofrece lecciones vitales de cómo puede terminar siendo la propia Tierra, pues, aunque evolucionaron de manera diferente, tienen casi la misma masa y radio, puntualiza hoy un nuevo estudio en Nature Astronomy.
La indagación, realizada por expertos de la Universidad de California Riverside, señala que Venus puede dar pistas para comprender mejor las condiciones que excluyen la vida en planetas alrededor de otras estrellas.
«El flujo de insolación, la cantidad de energía que Venus recibe del Sol, provocó una situación de invernadero descontrolada que arruinó el planeta», señalan los científicos.
Indican también que, al estudiar los procesos que produjeron el Venus actual, especialmente si tuvo un pasado más templado que ahora está devastado, es posible saber cuál sería el fin de la Tierra, solo bastaría determinar cómo y cuándo.
El interés por este planeta ha hecho que diversas misiones se enfoquen en él como Davinci, de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), que sondeará la atmósfera llena de ácido para medir gases nobles y otros elementos químicos.
Con los datos proporcionados por ella, se podrán construir nuevos modelos climáticos y predecir este tipo de atmósferas en la Tierra, donde aumentan la cantidad de dióxido de carbono (CO2).
A ella se sumará Veritas, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, con la cual los científicos reconstruirán detalladamente el paisaje en 3D, revelando si el planeta tiene placas tectónicas activas o volcanes.
La Tierra y Venus comparten varias diferencias como la falta de una Luna en el segundo y que en el primero se encarga de luna las mareas oceánicas e influye en la cantidad de agua.
Venus tampoco tiene un campo magnético detectable y la energía solar que recibe la Tierra es del 100 por ciento, mientras el otro planeta capta el 191 por ciento.
Los científicos no saben el tamaño de su núcleo, cómo llegó a su velocidad de rotación actual, relativamente lenta, cómo cambió su campo magnético con el tiempo, ni nada sobre la química de la atmósfera inferior.