Quito, 7 may (Prensa Latina) La Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Sindicales Libres (Ceosl) rechazó hoy las intenciones del Gobierno de implementar el trabajo por horas pese al rechazo a esa propuesta en la consulta popular.
A través de un comunicado, esa organización recordó que el pasado 21 de abril, el 69,5 por ciento de los ecuatorianos dijeron No a las preguntas relacionadas con el trabajo por horas, ratificando el impedimento de precarización laboral, señaló el documento.
Nos pronunciamos profundamente indignados por las declaraciones de algunos funcionarios del gobierno de Daniel Noboa, que buscan implementar esta modalidad laboral a través de un acuerdo ministerial, para beneficiar a los sectores mineros y agroindustriales, manifestaron los miembros de la Ceosl.
En el texto, la Ceosl hizo referencia a los anuncios de la ministra de Trabajo, Ivonne Núñez, el pasado 1 de mayo, cuando explicó que ese acuerdo formalizará las jornadas de trabajo menores a cuatro horas, sin necesidad de una reforma legal como la planteada en la consulta popular, y que el documento sería emitido antes que acabe este mes.
El objetivo del contrato por horas era romper el concepto de que la jornada por horas es precarización, pero ha sido difícil, porque hay jornadas que por su naturaleza son precarias, dijo la Ministra.
Para Núñez, el alza del desempleo del último trimestre responde, de acuerdo con los registros del Ministerio, a la culminación de contratos de temporada.
En este sentido, la Ceosl respondió en el comunicado que «el trabajo por horas no genera empleo, se precariza y pone en riesgo a mujeres y jóvenes a ser excluidos permanentemente de los derechos laborales establecidos en instrumentos internacionales y en la legislación laboral nacional», sentenciaron.
Los resultados de la consulta popular y refrendo en esta nación sudamericana, reflejaron la preocupación ciudadana ante la inseguridad, por encima del apoyo a la propuesta del mandatario Noboa.
En la jornada electoral que concluyó con un 72 por ciento de participación, los ecuatorianos aprobaron nueve preguntas referentes a cuestiones de seguridad y rechazaron dos relacionadas con el trabajo por horas y el arbitraje internacional.
En opinión del economista Alberto Acosta, se impuso la defensa de la soberanía nacional y de los derechos laborales, y también el miedo que provoca la creciente inseguridad, que no encontrará una salida con más represión y populismo penal.