Santiago de Chile, 12 jun (Prensa Latina) El Consejo Municipal de la comuna capitalina de Santiago acordó hoy por unanimidad poner el nombre del legendario futbolista chileno Carlos Caszely a una de las calles del barrio San Eugenio.
La alcaldesa Irací Hassler señaló que la decisión se adoptó ante la iniciativa de los residentes del lugar, quienes reunieron más de mil 800 firmas de apoyo a la medida.
Conocido en el ámbito deportivo como el Chino, Caszely nació el 5 de julio de 1950 en la calle Arzobispo Valenzuela, donde creció y residió durante varios años, y que a partir de ahora cambiará su denominación.
Al hacer el anuncio, Hassler señaló que se trata de una persona con un alto compromiso social, un ídolo del fútbol que está en el corazón de los vecinos.
El homenajeado jugó durante 15 temporadas con el Colo Colo, donde anotó 208 goles en 373 partidos, con una elevada efectividad de 0.56.
Con el Cacique ganó cinco campeonatos nacionales y tres copas Chile y también obtuvo un segundo lugar en la Copa Libertadores.
Con la selección mayor de fútbol clasificó al Campeonato Mundial de Alemania 1974, y allí se convirtió en el primer jugador en un torneo del orbe en ser expulsado por el sistema de tarjeta roja, recién implantado por la Federación Internacional de Fútbol Asociación.
En 1978 fue separado de la Roja por presiones de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990), pero un año después se le reincorporó para disputar la Copa América, donde fue nominado como el mejor jugador del torneo.
Durante las eliminatorias para España 1982 volvió a ser figura con su país, que logró la clasificación al torneo, pero en 1983 fue apartado de nuevo del equipo nacional.
Si bien el argumento fue su edad, 33 años, muchos opinan que la verdadera razón estuvo en su oposición al régimen militar.
Carlos Caszely simpatizó con el gobierno de la Unidad Popular del presidente Salvador Allende y apoyó a la diputada Gladys Marín y al senador Volodia Teitelboim en su campaña para la reelección en 1973, legislatura frustrada por el golpe de Estado.
Es recordada la anécdota que cuando la Roja fue despedida por Pinochet antes de viajar al mundial de Alemania 74, se hizo el desentendido para no estrechar la mano del dictador.