Quito, 24 jun (Prensa Latina) La legisladora ecuatoriana Paola Cabezas, del movimiento Revolución Ciudadana (RC), descartó hoy que busque en la Asamblea Nacional (Parlamento) declarar la inhabilitación mental del actual mandatario, Daniel Noboa.
«No hay posibilidades, bajo ningún argumento» de inhabilitar al presidente, insistió Cabezas en entrevista a un medio local.
Su aclaración llega luego de que la semana pasada la Asamblea aprobara una resolución que exhorta a Noboa a abstenerse de emitir criterios personales y se ciña a su condición de jefe del Ejecutivo tras sus polémicas declaraciones a la revista estadounidense The New Yorker.
En ese medio de comunicación, el presidente ecuatoriano hizo fuertes críticas contra sus homólogos de El Salvador, Colombia y Argentina.
Las expresiones de Noboa ponen en entredicho la imagen del país ante el mundo por sus exabruptos, «son metidas de pata tras metidas de pata» y «no podemos seguir haciendo show», afirmó Cabezas.
La pasada semana, la asambleísta del movimiento oficialista Acción Democrática Nacional (ADN) Valentina Centeno, alegó que el Parlamento buscaba declarar «loco» a Noboa para destituirlo del cargo.
También, el viceministro de Gobierno, Esteban Torres, insinuó que existían informes médicos circulando entre los legisladores para apoyar esa medida.
Incluso, el propio Noboa divulgó videos en sus redes sociales en los cuales dice que lo quieren acusar de «loco».
Al respecto, este sábado, el Parlamento ecuatoriano alertó que el Gobierno busca dañar su imagen con artimañas políticas.
«No existe ninguna intención de declarar la incapacidad mental del presidente de la República», enfatizó el documento.
La pasada semana, la secretaria de Comunicación de la Presidencia, Irene Vélez, desmintió la publicación realizada por el The New Yorker, sobre las expresiones de Noboa respecto a sus homólogos de El Salvador, Argentina, Chile, Colombia y Brasil.
Vélez afirmó que The New Yorker fue invitado meses atrás por el Gobierno Nacional para demostrar cómo se estaba cumpliendo con todos los derechos humanos en pleno estado de excepción.
«Las conversaciones que se dieron entre el presidente y el periodista fueron en un tono coloquial, absolutamente coloquial y privado; cualquier cosa que haya dicho el mandatario, especialmente sobre los presidentes, está descontextualizado», mencionó.