Bruselas, 17 jul (Prensa Latina) El Tribunal de Cuentas de la Unión Europea (UE) cuestionó hoy la objetividad del plan comunitario para producir e importar hidrógeno renovable, en un contexto signado por la pérdida de competitividad económica.
A juicio de los expertos, el propósito de producir 10 millones de toneladas del carburante verde para 2030 y de asegurar otras 10 toneladas del exterior, no está basado en un análisis sólido, sino en motivaciones por voluntad política, y su cumplimiento resulta poco probable.
«La política industrial de la UE en el ámbito del hidrógeno renovable necesita una visión realista», señaló el auditor jefe del informe publicado este miércoles, Stef Blok.
Según indica el análisis, el hidrógeno verde pude contribuir a reducir la huella de carbono de ramas difíciles de electrificar como el acero, el cemento, los fertilizantes y los surtidos petroquímicos, y ayudar, al mismo tiempo, a que la UE reduzca su dependencia en los combustibles rusos.
Sin embargo, en 2022 el hidrógeno representó menos del dos por ciento del consumo energético del club comunitario y la mayor parte de la demanda provino de las refinerías, recordó la fuente, para poner en dudas también la posibilidades de acrecentar los pedidos de la gran industria.
Además, los promotores de proyectos, razonó, posponen las decisiones de inversión porque la oferta depende de la demanda, y viceversa.
La creación de una industria del hidrógeno de la UE requiere enormes inversiones públicas y privadas, pero «la Comisión no tiene una visión completa de las necesidades ni de la financiación pública disponible», consideró el ente auditor.
De acuerdo con el diagnóstico, el asunto amerita una revisión a fondo a fin de «garantizar que los objetivos de la UE sean realistas, y que sus opciones estratégicas hacia el futuro no perjudiquen la competitividad de industrias clave ni creen nuevas dependencias».
En tal sentido, recomienda analizar los incentivos de mercado para la producción y el empleo de hidrógeno verde, trazar prioridades de financiación dentro de la cadena de valor y decir qué industrias quiere mantener la UE y a qué precio, dadas las implicaciones geopolíticas del tema.