Washington, 18 jul (Prensa Latina) El discurso de aceptación de su nominación por el expresidente de Estados Unidos Donald Trump será hoy la guinda del pastel que reunió a los conservadores durante cuatro días en la Convención Nacional Republicana, en Milwaukee.
Trump, quien vio desde un palco cada jornada los discursos de alabanza a su persona y a lo grande que, según dicen, hará a Estados Unidos otra vez, tomará el podio para dar el sí oficial a su nominación y exponer sus planes, de conquistar de nuevo la Casa Blanca.
Un elemento que intentó presentar el espectáculo de los republicanos fue el que pueden lograr la unidad.
En las jornadas transcurridas subieron al podio numerosos oradores, entre ellos figuras que en un momento parecieron odiarse y que ahora derrochan todo amor por Trump, como es el caso de la exembajadora ante la ONU Nikkie Haley.
Haley, última rival de Trump en las primarias, ofreció su más fuerte apoyo al exmandatario durante su discurso en la Convención. Fue como un pase de página, un borrón y cuenta nueva.
Según el exmandatario, las palabras que pronunciará no son las mismas que había pensado. El cambio vino después del intento de asesinato al que sobrevivió en un mitin en Butler, Pensilvania. ¿Bajará su retórica incendiaria?
La víspera su compañero de fórmula, el senador de Ohio JD Vance presentó sus cartas credenciales. «Tenemos una gran carpa en este partido, en todo, desde la seguridad nacional hasta la política económica», dijo a los delegados de la Convención Nacional Republicana al aceptar su nominación para ser compañero de fórmula de Trump.
«Pero mi mensaje para ustedes, mis compañeros republicanos, es: amamos a este país y estamos unidos para ganar. Y nuestros desacuerdos en realidad nos hacen más fuertes», subrayó.
Vance, de 39 años, defendió sus argumentos en términos generacionales, recordando en un momento cómo estaba en cuarto grado cuando Biden, entonces senador, votó a favor de un Tratado de Libre Comercio de América del Norte que desilusionaría a muchos votantes de la clase trabajadora.
Alabó a Trump al presentarlo como una figura resistente frente a cargos criminales y, más recientemente, un intento de asesinato del que salió con una herida en su oreja derecha.
Vance se ofreció como punta de lanza de la campaña en el corazón industrial: estados como Pensilvania, Michigan y Wisconsin que el Partido Republicano espera arrebatar a Biden y los demócratas este otoño. Los tres estados recibieron repetidas menciones durante su discurso, reseñó CBS News.
«Este momento no se trata de mí», dijo Vance, tildado de populista. «Se trata de los trabajadores automotrices de Michigan, que se preguntan por qué los políticos desconectados están destruyendo sus empleos.
En otro momento habló de su historia de vida, su crianza en un pequeño pueblo de Ohio y la batalla de su madre contra las drogas, lo que aparece en sus memorias de 2016, «Hillbilly Elegy».
Con reforzadas medidas de seguridad trascurrió la fiesta conservadora en Milwaukee, en la cual aprobaron una plataforma que tiene el sello de Trump y además tocaron los temas de economía, inmigración y criminalidad, y seguridad nacional.
Se esperaban más de 50 mil personas, incluidos los dos mil 400 delegados, activistas, donantes y numerosa prensa.
La Convención Nacional Demócrata será del 19 al 22 de agosto. Pero el binomio Biden-Kamala Harris anda en problemas.
En este momento Biden enfrenta crecientes llamados para que abandone la candidatura tras el pobre desempeño en el debate presidencial con Trump el pasado 27 de junio.
Los analistas anticipan que este año la llave de la mansión ejecutiva la recibirá el que gane Nevada, Wisconsin, Michigan, Arizona, Pensilvania, Georgia y Carolina del Norte, los llamados estados bisagra.