Washington DC, de las zonas de EE.UU. más vulnerables al clima espacial

Washington, 20 jul (Prensa Latina) Washington DC y Milwaukee son de las ciudades de Estados Unidos que tienen redes eléctricas especialmente vulnerables a la amenaza del clima espacial, según un estudio realizado por investigadores del British Geological Survey.


Los expertos descubrieron que ciertas regiones del país corren un mayor riesgo de sufrir tormentas geomagnéticas, que se producen cuando el Sol escupe llamaradas solares y eyecciones de masa coronal. 

  Se trata de explosiones de gas y campos magnéticos que salen al espacio desde la atmósfera solar, los cuales pueden causar tormentas geomagnéticas que tienen el potencial de dañar la infraestructura tanto en la órbita de la Tierra como en su superficie, desde satélites hasta tuberías subterráneas.


«Hemos identificado ciertas regiones de Estados Unidos (la zona de Washington DC y Milwaukee) que aparecen repetidamente como altamente conectadas en nuestra red, por lo que posiblemente sean particularmente vulnerables a los efectos del clima espacial y podrían beneficiarse de un mayor monitoreo», dijo la doctora Lauren Orr.


En su opinión existen muchas razones por las que podrían estar más expuestas al impacto de las tormentas geomagnéticas, incluidas «la conductividad eléctrica del suelo, la construcción física de la red eléctrica en esas áreas o la ubicación de las corrientes aurorales», detalló en la Reunión Nacional de Astronomía en la Universidad de Hull.


Para los científicos el clima espacial severo es una preocupación creciente y consideran que es tan probable que ocurra como una pandemia, con un impacto que equivale a temperaturas extremas o inundaciones.


Las corrientes inducidas geomagnéticamente son uno de esos peligros que pueden causar daños a las líneas eléctricas y transformadores.


De hecho, se han reportado apagones generalizados como resultado de daños a los transformadores durante tormentas geomagnéticas.


«La ciencia de redes es ahora una herramienta común para cuantificar la resiliencia y robustez de las redes eléctricas tanto a los ataques deliberados como a los causados por fallas aleatorias o desastres naturales», explicó Orr.