Ginebra, 1 ago (Prensa Latina) El mundo se encuentra hoy en un momento crítico que determinará si los líderes mundiales cumplirán su compromiso de poner fin al sida como amenaza a la salud pública para 2030.
El informe, La urgencia del ahora: El sida frente a una encrucijada, publicado por Onusida recopila nuevos datos y casos prácticos que demuestran que las decisiones y las elecciones políticas de los jefes de Estado y Gobierno este año decidirán el destino de millones de vidas y si se supera o no la pandemia más mortal del mundo.
Aunque el fin del sida está al alcance de la humanidad en esta década, el mundo se ha desviado de ese camino, y de ello es prueba que a nivel global de los 39,9 millones de personas con el VIH, 9,3 millones, casi una cuarta parte, no reciben tratamiento que les salve la vida.
Como consecuencia de ese estancamiento en el enfrentamiento al sida, enfermedad generada por el VIH, una persona muere cada minuto por causas relacionadas con el padecimiento.
Aún está vigente el compromiso de los líderes mundiales de reducir las nuevas infecciones anuales a menos de 370 mil para 2025, pero las nuevas infecciones por el VIH son más de tres veces superiores a esa cifra, para alcanzar 1,3 millones en 2023, señala el informe de Onusida.
En ello tienen mucho que ver los recortes de recursos y el aumento de la presión contra los derechos, lo que pone en peligro todo el progreso logrado.
«Los líderes mundiales se comprometieron a poner fin a la pandemia de sida como amenaza a la salud pública para 2030, y pueden cumplir su promesa, pero para ello han de asegurarse de que la respuesta al VIH tenga los recursos que necesita y de que los derechos humanos de todos estén protegidos».
Tal afirmación de la directora ejecutiva de Onusida, Winnie Byanyima, ratifica que pueden salvarse millones de personas, prevenir millones de nuevas infecciones y garantizar que todos los que viven con el VIH puedan disfrutar de vidas sanas y plenas.
El informe concluye que, si ahora los líderes adoptan las medidas audaces necesarias para garantizar unos recursos suficientes y sostenibles, y proteger los derechos humanos de todos, el número de los que viven con VIH y necesitan tratamiento de por vida se situará en unos 29 millones para 2050.
Sin embargo, si se desvían de la ruta correcta, quienes necesitarían apoyo de por vida aumentará a 46 millones (en comparación con los 39,9 millones de 2023).
El documento también refleja un progreso continuo (aunque más lento) en el despliegue de medicamentos a las personas afectadas por ese virus.
Actualmente 30,7 millones de infectados están en tratamiento, más de tres de cada cuatro de los que viven con el VIH.
El aumento del número de personas que acceden a la medicación supone un logro de salud pública histórico, pues desde 2010 se han reducido a la mitad las muertes relacionadas con el sida, que pasaron de 1,3 millones a 630 mil en 2023.
Sin embargo, Onusida reitera que el mundo no va por buen camino para alcanzar el objetivo de 2025 de reducir las muertes relacionadas con el sida a menos de 250 mil.
Además, las nuevas infecciones por VIH aumentan en tres regiones: Oriente Medio y África del norte, Europa oriental y Asia central y América Latina, minetras las brechas y desigualdades persisten.