París, 2 ago (Prensa Latina) Cuatro medallas de oro y Francia vibró en «una noche mágica con la que he soñado toda la semana», confesaba la sensación de los Juegos Olímpicos, Léon Marchand, la gran figura de la natación de Paris 2024.
Por Fausto Triana, enviado especial
Misión posible, el Rey Léon de la cita bajo los cinco aros logró una actuación impecable: dos títulos en 200 mariposa y 200 braza en apenas dos horas en una misma noche, y otros dos en 400 y 200 combinados, todos con récords olímpicos.
«El cansancio podía pasarme factura y entonces preferí guardar reservas para pecho y libre, soy muy bueno gestionando mis energías; luego me sentí más confiado y pude rematar bien. Es excepcional el público, me inspiró muchísimo», comentó el nadador oriundo de Toulouse.
Apodado el «Phelps francés», el tritón de 22 años, entrenado precisamente por Bob Bowman otrora preparador de Michael Phelps, se sumó a un triunfo muy sonado para el deporte galo y mundial, de Teddy Riner en todos los pesos del judo.
Riner consiguió previamente su cuarto cetro olímpico en su trayectoria, en una Arena Bercy que enloqueció con su actuación en presencia de sus familiares más entrañables y del presidente de Francia, Emmanuel Macron. Pero el jefe de Estado tampoco quiso perderse la final de Marchand en La Defensa Arena.
La realidad es que habían pocas dudas del éxito de Marchand. Apenas cedió el primer puesto en los 50 metros en mariposa y en la segunda vuelta se entonó en espalda para no dar tregua e incluso rozar la plusmarca mundial.
Su registro fue de 1:54.06 minutos, seguido por el británico Duncan Scott con 1:55.31 y el chino Wang Shun con 1:56.00.
En la penúltima fecha de la natación olímpica, un veterano francés se incluyó sorpresivamente entre los medallistas de los 50 metros libres. Bronce, fue la cuarta presea en estas instancias de Florent Manaudou, de 33 años, con 21,56 segundos detrás del australiano Cameron McEvoy (21,25) y del británico Ben Proud (21,30).
Hermano de Laure Manaudou, tenía en su palmarés un oro en Londres 2012, dos de plata en Río de Janeiro 2016, y una plateada en Tokio 2020.
«No escucharemos la Marsellesa (himno de Francia), pero da igual si es bronce o plata, no es el podio máximo ciertamente, aunque si algo increíble que con mucho esfuerzo y sacrificio he obtenido», confesó el nadador de Villeurbane, Lyon, enjugando lágrimas en sus ojos.
La penúltima jornada de la natación permitió volver a brillar a la perla australiana de los 200 metros espalda Kaylee McKewon, con su segunda presea áurea, ahora en 200 meros espalda, con récord olímpico de 2:03.73 minutos.
Derrotó a la norteamericana Regan Smith (2:04.26) y a la canadiense Kylie Mase (2:05.57), para redondear una actuación notable. McKewon ya tenía cinco medallas en los Juegos de Tokio 2020, tres de ellas doradas.