París, 2 ago (Prensa Latina) La espalda del surcoreano Kim Minjong cayó sobre el tatami de la Arena Campo de Marte y la Torre Eiffel lo testificó: cuarto oro olímpico del francés Teddy Riner, tercero individual para una leyenda del judo.
El longevo judoca de 35 años provocó el delirio en las gradas y aledaños del estadio, tras el fulminante ippón propinado en la final de más de 100 kg cuando al combate le restaban apenas 16 segundos con una técnica marca de la casa, Harai-goshi, la misma que tantas veces le propicio incontables triunfos.
La afición desató todas las emociones contenidas durante siete jornadas en espera del primer título individual para Francia en estos Juegos, pues los anfitriones sumaron hasta ese momento dos plateadas y seis bronceadas, por tres doradas para Japón y par de ellas para Azerbaiyán, únicas naciones con más de un cetro.
Pero, el gigante nacido en la isla caribeña de Guadalupe (2,03 m de estatura) resolvió sin necesidad de extender el combate y volvió así a lo más alto del podio, tras quedar en bronce en Tokio 2020, aunque en la modalidad de equipo mixto sí consiguieron el metal áureo.
Entonces no pudo igualar la hazaña del japonés Tadahiro Nomura ※oro en Atlanta 1996, Sydney 2000 y Atenas 2004 en la división de 60 kg※, pero de todas formas es el judoca más laureado con seis preseas en total (cuatro doradas y dos bronceadas), sin olvidar sus 12 metales en Mundiales (11 coronas y un subtítulo).
Nadie duda del sitio ganado por Riner en el Olimpo del judo, pero su leyenda debe crecer este viernes en la más que probable última gran competencia: la lid por equipos mixtos en los predios dominados por la Torre Eiffel.