Por Julio Cesar Mejías
París, 3 ago (Prensa Latina) Cauteloso, pero implacable, el estadounidense Ryan Crouser conquistó hoy su tercer cetro olímpico consecutivo en la impulsión de la bala, tras llevar el implemento a los 22,90 metros en el Stade de France.
Por Alejandro Esteban, enviado especial
Crouser arrancó con sonada declaración de intenciones con un envío de 22,64 m, inexpugnable para sus rivales, incluido el veterano neozelandés Tom Walsh, medallista de bronce en Río 2016 y Tokio 2020, a quien la superioridad del coloso de Portland lo sacó de paso totalmente con tres faltas consecutivas.
Únicamente el propio Crouser logró sobrepasarse a sí mismo, con registros de 22,69 y el tercero que le reportó su tercer oro olímpico. Luego llegó la lluvia y los resbalones en el círculo de lanzamiento mermaron la competencia.
Para la última ronda el también estadounidense Joe Kovacs, subtitular en las dos ediciones precedentes, aseguró nuevamente la plata con disparo de 22,15 m, que igualó al jamaicano Rajindra Campbell (22,15 en su segundo intento), pero al cual desbancó por mejor segundo registro (21,75 m frente a 20,00).
Con este resultado, Crouser se convierte en el primer balista que conquista tres títulos consecutivos (Río, Tokio y ahora París), para dejar atrás al polaco Tomasz Majewski (Beijing 2008 y Londres 2012), y a los estadounidenses Ralph Rose (San Luis 1904 y Londres 1908) y Parry OBrien (Helsinki 1952 y Melbourne 1956).
«Salí buscando 23 metros, casi lo logro, los récords quedaron para otro momento, pero el oro no, hubiera sido imperdonable», atinó a responder aún emocionado el nacido en Portland hace 31 años.
«¿Lo próximo? Ganar, pero mis rivales también lo desean, entonces prepararse, no hay otra. Los veré en el Mundial de Tokio y en otros encuentros por ahí», respondió sonriendo, como queriendo esconder las emociones lógicas de un tercer trono olímpico.
«Uno es difícil, ¿tres?… uff, ni les digo», concluyó.