París, 4 ago (Prensa Latina) El jamaicano Kishane Thompson erró al entrar erguido y ahí aprovechó el pícaro de la clase: el estadounidense Noah Lyles es monarca olímpico del hectómetro en París 2024 por escasas cinco centésimas, confirmadas en el «photo-finish».
Thompson (9.789 segundos), sobresaliente en todas las fases de la competencia, perdió el título en ese instante que siempre acompañan a los elegidos y tras la marcha del astro Usain Bolt, parece tocarle el turno a un Lyles (9.784), que tuvo que venir de atrás en todas las rondas de carreras, esta vez la decisiva.
Lyles, el chico nacido en Gainesville, Florida, y que recién cumplió 27 años (18 de julio), salió herido de Tokio 2020, donde apenas «si se puede decir así» obtuvo bronce en los 200 metros, y aunque pareció sanar con el triplete dorado logrado en la cita del orbe de Budapest 2023, una y otra vez reiteró que sus pupilas y neuronas se centraban solo en París 2024.
Durante meses colmó páginas con sus resultados y declaraciones, pero sobre el tartán morado del Stade de France se le vio seriamente amenazado por las carreras de varios contrarios, en particular el propio Thompson, el también jamaicano Oblique Seville y el botsuano Letsile Tebogo, sin olvidar al sudafricano Akini Simbine. Incluso, cuando muy pocos «casi nadie podría decirse» daba votos por el campeón vigente, el italiano Marcell Jacobs, tras sus mediocres temporadas luego de lograr el título olímpico, este se presentó en París en gran estado de forma, llegó a la final y consiguió su mejor marca (9.85) de los últimos dos años.
Y como olvidar a Fred Kerley y Kenneth Bednarek, compatriotas de Lyles, rivales en los «trials» y compañeros de relevo, el primero haciendo su mejor carrera del año (9.81) que solo le sirvió para atrapar la medalla de bronce, inferior a la plata que conquistó en la capital nipona.
Otros como el doble medallista de bronce en la prueba (Río 2016 y Tokio 2020), el canadiense Andre De Grasse, así como el nigeriano Ferdinand Omanyala, quedaron fuera de competencia en unas fortísimas carreras semifinales.
El mérito de Lyles se engrandece al detenerse en los tiempos de la final: todos los corredores por debajo de 9.91 segundos ※espectacular※, con Simbine (9.82) y Tebogo (9.86) imponiendo primados nacionales. Campeón en una de las más cerradas finales olímpicas de los 100 metros.
De hecho, por primera vez en estas lídes bajo los cinco aros los ochos corredores del hectómetro bajaron de 10 segundos, lo que marca un hito en Juegos Olímpicos.
Lyles fue el último en despegar de los bloques de arrancada «con el mismo tiempo de reacción de Tebogo», pero fue el primero en pasar la meta, impulsando su testa en el instante preciso. El floridano aun tiene por delante los retos de 200 metros, el relevo corto 4×100 y aspira a integrar también la posta 4×400.
París ya atesora héroes: los franceses Léon Marchand, rey de la natación, y Teddy Riner, el judoca leyenda con sus siete preseas olímpicas (cinco de oros), o el tenista serbio Novak Djokovic, quien completó el Golden Slam, con su corona olímpica, pero Lyles busca al menos situarse a su altura y, ¿quién puede negar que más?
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