Naciones Unidas, 13 ago (Prensa Latina) La Oficina de Derechos Humanos de la ONU denunció hoy el allanamiento de su sede en la capital de Yemen por los hutíes, lo que calificó como un ataque grave a la capacidad para cumplir su mandato.
El alto comisionado de Derechos Humanos, Volker Türk, pidió a las fuerzas de Ansar Allah abandonar las instalaciones y devolver todos los bienes y pertenencias de inmediato.
«Entrar en una oficina de la ONU sin permiso y confiscar documentos y propiedades por la fuerza es totalmente incompatible con los privilegios e inmunidades de la Organización», agregó en un comunicado.
Türk rechazó las acusaciones de los hutíes contra un varias decenas de trabajadores de Naciones Unidas, ONGs y embajadas, señalados de espionaje por el grupo rebelde.
A juicio del titular de Derechos Humanos, se trata de acusaciones infundadas.
«Hago un nuevo llamamiento, con gran pesar, para que sean liberados de inmediato y sin condiciones», insistió.
El alto representante pidió a las autoridades de facto garantizar que se les trate con pleno respeto de sus derechos humanos y que puedan ponerse en contacto con sus familias y representantes legales.
Según las propias bases del organismo, la Oficina de Derechos Humanos en Yemen trabaja para promover las garantías fundamentales de todos los ciudadanos sin distinción.
Su labor incluye el seguimiento del impacto del conflicto armado y la violencia en los civiles, independientemente de las partes que puedan ser responsables, incluso documentando muertes, lesiones, destrucción de infraestructura esencial y la capacidad del pueblo yemení para ganarse la vida.
Su trabajo se centra además en la promoción de los derechos de los grupos vulnerables, como las mujeres, los niños, las personas con discapacidad, los mayores y las minorías.